30.06.2013 Views

XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ESTUDIO<br />

La relación causal <strong>del</strong> ideal para le progreso.<br />

Chésterton ha anotado que el progreso ha sido privado<br />

de los grandes ideales, con lo cual es de esperar que<br />

realmente lo que está es retrocediendo.<br />

“Los ejemplos simplistas suelen ser los más<br />

explicativos: supongamos que un hombre quiere un mundo<br />

determinado, un mundo azul. Este hombre no deberá<br />

detenerse en la pequeñez o insignificancia de su<br />

propósito, sino que habrá de afanarse en sus empeños y<br />

trabajar en todos sentidos hasta que el mundo no se<br />

ponga azul. Entretanto, pasará por las más heroicas<br />

aventuras: por ejemplo, los últimos toques de azul<br />

sobre la piel de un tigre. Tendrá sueños encantadores:<br />

la salida de una luna azul. Y si trabaja con ahínco,<br />

este generoso reformador habrá dejado el mundo –según<br />

su entender- más azul y mejor que antes. Si cada día<br />

pinta de azul una hierbecita, un día llegará a la<br />

última hierbecita. Pero si cada día cambia su color<br />

favorito, imposible ir a ninguna parte. Si tras la<br />

lectura de algún filosofastro a la moda, se lanza a<br />

pintarlo todo de amarillo o rojo, toda su obra se<br />

derrumbará, y de ella no quedarán más que unos cuantos<br />

tigres azules, ambulantes testimonios de su “primera<br />

manera”. Y por lo general así pasa con los pensadores<br />

contemporáneos. Se dirá que he dado un ejemplo<br />

manifiestamente absurdo; pero no he hecho más que<br />

escribir la historia contemporánea. Los cambios más<br />

profundos y graves de nuestros sistemas políticos datan<br />

de principios <strong>del</strong> siglo XIX; de aquellas épocas de<br />

claroscuro en que los hombres creían firmemente en el<br />

Torismo, el Protestantismo, el Calvinismo, la Reforma<br />

y, no pocas veces, en la Revolución. Y los hombres se<br />

aferraban a sus creencias, cualesquiera que fuesen, sin<br />

escepticismo. Y hubo días en que la Iglesia Constituida<br />

estuvo a punto de caer, y la Cámara de los Lores casi<br />

se desplomó. Como que los radicales eran lo bastante<br />

sabios para ser constantes y firmes; para ser<br />

conservadores, en suma. Pero, en nuestro medio actual,<br />

aún no ha habido tiempo ni tradición suficientes para<br />

que el Radicalismo pueda arrollar el menor obstáculo.<br />

Tiene mucha razón Lord Hugh Cecil cuando, con<br />

elocuentes palabras, advierte que ya pasó la era de los<br />

cambios y que la nuestra es una era de reposo y<br />

211

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!