XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

ESTUDIO
El mundo ya está inventado, lo que hace falta es no
destruirlo. Está para ser paseado, contemplado y
adornado.
G. K, Chésterton: Ortodoxia, pag 3.
Resumen: “No me precio de llamarla filosofía, no;
que yo no la he inventado: Dios y la humanidad la
hicieron, y ella me hizo a mí”.
“Este libro es la respuesta de un desafío que se
me ha hecho. Válgame esto por única excusa, ya que
hasta un tiro fallado se ennoblece si se dispara en
duelo. Cuando hace algún tiempo publiqué una serie de
artículos precipitados, aunque sinceros, bajo el nombre
de Herejía, varios críticos, por cuyo juicio tengo el
más profundo respeto (debo mencionar a G. S. Street),
dijeron que era sumamente cómodo eso de exigir, como yo
lo hacía, que todos definiesen su teoría cósmica,
eludiendo prudentemente el predicar con el ejemplo.
“Empezaré a preocuparme por definir mi propia filosofía
–dijo el señor Street- cuando Chésterton nos haya dado
la suya”. Lo cual no dejó de ser una incitación
temeraria, tratándose de persona que, como yo, está
siempre más que dispuesta a escribir un libro a la
menor provocación. Con todo, y por mucho que el señor
Street haya inspirado y creado en cierta manera este
libro, no se tenga por obligado a leerlo; que si lo
lee, verá cómo, a través de sus páginas, he intentado
de un modo caprichoso y personal, más bien mediante un
conjunto de cuadros mentales que por una serie de
deducciones estrictas, definir la filosofía en que he
venido a parar. Por cierto que no me precio de llamarla
“mi filosofía”, no; que yo no la he inventado: Dios y
la humanidad la hicieron, y ella me hizo a mí”.
(Ortodoxia, pág. 3).
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