XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

HAGIOGRAFÍA
La debilidad de Pilatos
El individuo, si no es santo, (que de suyo no lo
es) siempre (por muy quiete que se esté) está causando
muchos males, sobre todo cuando calla lo que debiera
decir. ¡El hombre no puede de modo alguno rehuir esta
encrucijada que lo convierte en causa¡
La dejación de Pilatos, al que Cristo dio razones,
de inocencia, produce una injusticia.
“Pilatos era la autoridad pero como era hombre
sin entereza ni valor moral y había ocasiones en que no
se atrevía a ejercerla. Se dejó presionar por el
vocerío y los gritos de una masa de hombres incapaces
de pensar con su propia cabeza, manejados a placer por
los jefes que sí piensan y saben muy bien lo que
quieren”. Se ve que no solo es Pilatos, son los que
presionan, son los que no piensan, y los que no se
enteran, es la masa inmensa que piensa que es ella la
que siempre acierta aunque nada sepa.
“Pilatos hizo esfuerzos –débiles pero llenos de
buena voluntad-, intentó convencer a los Judíos de tu
inocencia, intentó aplacar a tus acusadores
prometiéndoles castigar-Te esperando que se darían por
satisfechos; ”Te puso a nivel de un ladrón homicida y
sedicioso, de un indeseable para ver al cabo cómo le
salía mal la jugada y el pueblo prefería a un ladrón y
asesino antes que a Ti y humillaba a la misma autoridad
forzándola a que pusiera en libertad a un peligroso
malhechor cuyos delitos pedían un castigo ejemplar”. Es
hombre de circunstancias, que no entiende que de lo que
se trata es de la persona humana, y de la exigencia de
la verdad sobre toda mentira.
“Pilatos quería tu libertad pero no estaba
dispuesto a pagar el precio. Quizá se creyó hábil
pensando que dialogando, haciendo concesiones, iba a
lograr el efecto deseado. Y en lugar de lo que esperaba
se encontró haciendo lo que no quería hacer. Tenía
buena voluntad, no Te quería mal, pero Te hizo todo el
daño posible; podía haber-Te ahorrado los azotes, las
burlas y la humillación si Te hubiera declarado
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