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XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

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HAGIOGRAFÍA<br />

El 17 de abril de 1534. Tomás Moro entra en la Tower.<br />

“Moro fue puesto bajo custodia y entregado por<br />

cuatro días al abad de Westminster, William Benson,<br />

para que éste lo vigilara. El 17 de abril lo llevaron a<br />

la Tower.<br />

Moro escribió a Margaret, con cierta seguridad<br />

este mismo día: “Gracias a Dios estoy en buen estado<br />

físico y también de buen ánimo. Del mundo no necesito<br />

más de lo que ahora poseo. Pido a Dios, con la<br />

esperanza <strong>del</strong> Cielo, que os haga felices a todos. Que<br />

Él os infunda pensamientos sobre la vida eterna, de los<br />

que ahora tanto querría tratar con vosotros; que Él os<br />

bendiga y proteja con la fuerza <strong>del</strong> Espíritu Santo<br />

mucho mejor de lo que yo podría hacerlo. Escrito con<br />

carbón de madera por vuestro padre, que os ama<br />

cariñosamente y no se olvida de nadie en sus pobres<br />

oraciones, ni de vuestros pequeños, ni de vuestras<br />

nodrizas, ni de vuestros buenos esposos, ni de las<br />

mujeres prudentes de vuestros buenos esposos, ni de la<br />

excelente esposa de vuestro padre, ni de vuestros<br />

amigos. Y ahora adiós, de corazón, pues se termina el<br />

papel”. Y la postdata reza: “Que Nuestro Señor me<br />

mantenga siempre fiel, creyente, sincero. Le suplico de<br />

todo corazón que antes me deje morir que permita que<br />

caiga en la actitud contraria a ésta. Nunca, Meg –ya te<br />

lo he dicho frecuentemente-, nunca he rezado por una<br />

vida larga. Y en verdad no tengo ese deseo, sino que<br />

estaría contento si Dios me llamara ya mañana<br />

mismo...”. No se le cumplió este deseo a Tomás. Su<br />

prisión en la Torre de Londres duró cuatrocientos<br />

cuarenta y cinco días”. (Peter Bergalar: Tomás Moro,<br />

Palabra, pág. 326-7).<br />

326

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