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XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

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HISTORIA<br />

María Antonieta se prepara para pasar la puerta de la<br />

muerte. El dieciséis de octubre de 1793.<br />

Stephan Zweig: María Antonieta, p.412.<br />

“Pero tampoco para esta última molestia le es<br />

ahorrada una última humillación. En todos estos días la<br />

Reina ha perdido sangre incesantemente; todas sus<br />

camisas están manchadas de ella. Por el natural deseo<br />

de recorrer corporalmente limpia su último camino<br />

quiere cambiar ahora de camisa y ruega al oficial de<br />

gendarmes que está de guardia que se retire durante un<br />

momento. Pero el hombre - que tiene severo encargo de<br />

no perderla de vista ni un segundo- declara que no le<br />

es permitido abandonar su puesto. Por tanto acurrúcase<br />

la Reina en el estrecho espacio entre la cama y la<br />

pared y mientras se cambia de camisa la cocinera<br />

compasiva colócase <strong>del</strong>ante de ella para ocultar su<br />

desnudez. Pero ¿qué hacer con la ensangrentada camisa?<br />

Avergüenzase la mujer de dejar aquel lienzo maculado<br />

bajo la vista de aquel hombre desconocido expuesto a<br />

las curiosas miradas de los que pocas horas más tarde<br />

deben venir para repartir la ropa de su pertenencia.<br />

Por tanto arróllala rápidamente en un pequeño<br />

envoltorio y lo introduce en un hueco que hay en el<br />

muro detrás de la estufa”.<br />

“Vístese entonces la Reina con especial cuidado.<br />

Desde hace más de un año no ha vuelto a pisar la calle<br />

ni ha visto sobre su cabeza el cielo libre y dilatado:<br />

precisamente este último paseo debe hacerlo limpia y<br />

decentemente vestida; no es una vanidad femenina lo que<br />

la determina a ello sino el sentimiento de la dignidad<br />

en esta hora histórica. Cuidadosamente se ajusta el<br />

blanco vestido mañanero, envuelve su cuello con un<br />

fichu de suave muselina, escoge sus mejores zapatos;<br />

oculta sus encanecidos cabellos con una cofia de<br />

volantes”.<br />

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