24.06.2015 Views

02. Bóvedas de Acero

La acción se desarrolla en la Tierra, durante el siglo LI, donde las ciudades están encapsuladas en gigantescas bóvedas de acero (de las que la novela toma su nombre) y sin contacto directo con el mundo exterior.

La acción se desarrolla en la Tierra, durante el siglo LI, donde las ciudades están encapsuladas en gigantescas bóvedas de acero (de las que la novela toma su nombre) y sin contacto directo con el mundo exterior.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

crimen. Y pue<strong>de</strong> acontecer que tú y yo hayamos sido los últimos en ver o escuchar a R. Sammy con<br />

vida; excepto, naturalmente, el asesino.<br />

—Yo estuve contigo en la planta y puedo atestiguar que no tuviste oportunidad <strong>de</strong> robar un<br />

atomizador alfa.<br />

—Gracias —comentó Baley con tristeza—; pero eres un robot, y tu testimonio no es válido.<br />

—El comisionado es tu amigo: me escuchará.<br />

—El comisionado tiene que conservar su puesto, y a<strong>de</strong>más ahora se encuentra poco<br />

tranquilo por lo que a mí respecta. Sólo hay una probabilidad <strong>de</strong> que me salve <strong>de</strong> esta<br />

comprometida situación.<br />

—Dime.<br />

—No <strong>de</strong>jo <strong>de</strong> preguntarme: ¿por qué se me toma <strong>de</strong> chivo expiatorio? Sin duda, para<br />

<strong>de</strong>sembarazarse <strong>de</strong> mí. Pero, ¿por qué? Es evi<strong>de</strong>nte que resulto peligroso para alguien. Estoy<br />

haciendo cuanto puedo para convertirme en peligroso a quienquiera que haya matado al doctor<br />

Sarton, en Espaciópolis. Las probabilida<strong>de</strong>s son <strong>de</strong> que si hallo al asesino <strong>de</strong>l doctor Sarton,<br />

encuentre también al hombre o a los hombres que tratan <strong>de</strong> <strong>de</strong>sembarazarse <strong>de</strong> mí. Si <strong>de</strong>scubro la<br />

solución <strong>de</strong>l crimen, si puedo resolver el problema, estaré a salvo. Y también Jessie. No podría<br />

permitir que le pasara... Pero no dispongo <strong>de</strong> mucho tiempo. —Convertía la mano en puño y volvía<br />

a exten<strong>de</strong>r los <strong>de</strong>dos con movimientos espasmódicos—. No, seguro que no, no cuento con tiempo<br />

suficiente.<br />

Baley contempló el semblante cincelado <strong>de</strong> R. Daneel con una fulgurante y repentina<br />

esperanza. Fuera lo que fuese esta criatura, por lo menos era fuerte y fiel, impulsada por un<br />

instinto que nada tenía <strong>de</strong> egoísta. ¿Qué más podía pedírsele a un amigo? Baley necesitaba un<br />

amigo, y no estaba para ponerse a cavilar sobre el hecho <strong>de</strong> que una palanca reemplazara a un<br />

vaso sanguíneo en este que se le ofrecía.<br />

Sólo que R. Daneel movía la cabeza.<br />

—Lo siento mucho, Elijah —murmuraba el robot, aunque no hubiese la menor huella <strong>de</strong><br />

sentimiento en su rostro, por supuesto—; pero no pu<strong>de</strong> prever nada <strong>de</strong> esto. Quizá mis actos<br />

redundaron en perjuicio tuyo. Lamento mucho si el bienestar general lo exige.<br />

—¿Qué bienestar general? —tartamu<strong>de</strong>ó Baley.<br />

—Me puse en comunicación con el doctor Fastolfe.<br />

—¿Cuándo?<br />

—Mientras comías.<br />

Los labios <strong>de</strong> Baley se comprimieron hasta formar una línea.<br />

—Bueno —logró por fin balbucear—, ¿qué sucedió?<br />

—Será preciso que te vindiques <strong>de</strong> la sospecha <strong>de</strong> asesinato <strong>de</strong> R. Sammy por otros medios<br />

que no sean la investigación <strong>de</strong>l asesinato <strong>de</strong> mi diseñador, el doctor Sarton. Como resultado <strong>de</strong><br />

mis informes, nuestras gentes <strong>de</strong> Espaciópolis han <strong>de</strong>cidido dar por terminada esa investigación y<br />

abandonar Espaciópolis y la Tierra.<br />

17<br />

Conclusión <strong>de</strong> un proyecto<br />

Baley consultó su reloj con el mayor <strong>de</strong>sgaire que piado aparentar. Eran las veintiuna<br />

cuarenta y cinco horas. Dentro <strong>de</strong> dos horas y cuarto sería medianoche. Se había <strong>de</strong>spertado antes<br />

<strong>de</strong> las seis, y se hallaba sujeto a una tensión nerviosa terrible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía dos días y medio. Todo<br />

se le presentaba con una vaga sensación <strong>de</strong> irrealidad.<br />

102

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!