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02. Bóvedas de Acero

La acción se desarrolla en la Tierra, durante el siglo LI, donde las ciudades están encapsuladas en gigantescas bóvedas de acero (de las que la novela toma su nombre) y sin contacto directo con el mundo exterior.

La acción se desarrolla en la Tierra, durante el siglo LI, donde las ciudades están encapsuladas en gigantescas bóvedas de acero (de las que la novela toma su nombre) y sin contacto directo con el mundo exterior.

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—Permítame que se lo explique. No se halló en ningún sitio el <strong>de</strong>sintegrador causante <strong>de</strong> la<br />

muerte. La escena <strong>de</strong>l crimen se escudriñó <strong>de</strong> arriba abajo, y tampoco allí se halló. Sin embargo, no<br />

pudo <strong>de</strong>svanecerse como el humo. Sólo existe un sitio que no registraron.<br />

—¿En dón<strong>de</strong>, Elijah? —preguntó R. Daneel.<br />

Baley sacó su <strong>de</strong>sintegrador y, manteniendo el cañón apuntando con firmeza en dirección<br />

al pecho <strong>de</strong>l robot, explicó:<br />

—¡En tu bolsa <strong>de</strong> alimentos, Daneel!<br />

13<br />

Retorno a la máquina<br />

—No es exacto lo que afirmas —contradijo R. Daneel con calma.<br />

—¿No? ¿Dejaremos que el doctor Gerrigel <strong>de</strong>cida? ¿Qué opina usted, doctor?<br />

—Señor Baley... —El roboticista, cuyas miradas fluctuaban alternativamente con in<strong>de</strong>cisión<br />

entre el <strong>de</strong>tective y el robot, quedó ahora fija en el ser humano.<br />

—Le pedí un análisis autorizado <strong>de</strong> este robot —aclaró Baley—. Si usted necesita alguna<br />

pieza <strong>de</strong> equipo <strong>de</strong> la que ellos carezcan, yo se la conseguiré. Lo que me urge es una respuesta<br />

rápida y <strong>de</strong>finitiva. ¿Qué me dice, doctor Gerrigel?<br />

—No es difícil comprobar la primera ley.<br />

—¿Pue<strong>de</strong> explicarme cómo?<br />

—Por supuesto. Se lo expondré mediante una analogía. Cuanto más importante y<br />

fundamental sea la propiedad a comprobar, más sencillo será el equipo a emplear. Lo mismo<br />

suce<strong>de</strong> con un robot. La primera ley es fundamental. Afecta absolutamente a todo. Si estuviera<br />

ausente, el robot no podría reaccionar <strong>de</strong>bidamente a muchos hechos evi<strong>de</strong>ntes.<br />

—Entonces, ¿cuál es su opinión? —interpeló Baley.<br />

—Daneel está perfectamente provisto <strong>de</strong> la primera ley —afirmó el roboticista.<br />

—Pue<strong>de</strong> usted equivocarse —comentó Baley con acritud.<br />

Baley no hubiese pensado jamás que el doctor Gerrigel se estirase, adoptando una posición<br />

aún más rígida que la habitual. Sin embargo, así lo hizo, y muy visible. Los ojos <strong>de</strong>l especialista se<br />

endurecieron, alargándose y <strong>de</strong>jando ver apenas una rendija.<br />

—¿Preten<strong>de</strong> usted enseñarme a mí mi trabajo?<br />

—No he dicho que fuera usted incompetente —excusóse Baley—. Pero usted mismo acaba<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirnos que nadie sabe nada acerca <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> los robots no—asenios.<br />

—Sí, ya comprendo su punto <strong>de</strong> vista. A pesar <strong>de</strong> todo, puedo asegurarle que R. Daneel<br />

está perfectamente provisto <strong>de</strong> la primera ley.<br />

—Entonces, circunscribámonos a los hechos. R. Daneel apuntó con un <strong>de</strong>sintegrador a una<br />

multitud <strong>de</strong> seres humanos. Eso yo lo vi. Concediendo que no haya disparado, ¿no resultaría que,<br />

<strong>de</strong> todos modos, la primera ley lo hubiese forzado a una especie <strong>de</strong> neurosis? Pues nada <strong>de</strong> eso. Se<br />

le veía normal <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l inci<strong>de</strong>nte.<br />

El roboticista se frotó la barbilla.<br />

—Sí, resulta algo anómalo.<br />

—En absoluto —intervino R. Daneel, <strong>de</strong> pronto—. Socio Elijah, te ruego que examines el<br />

<strong>de</strong>sintegrador que me quitaste.<br />

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