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02. Bóvedas de Acero

La acción se desarrolla en la Tierra, durante el siglo LI, donde las ciudades están encapsuladas en gigantescas bóvedas de acero (de las que la novela toma su nombre) y sin contacto directo con el mundo exterior.

La acción se desarrolla en la Tierra, durante el siglo LI, donde las ciudades están encapsuladas en gigantescas bóvedas de acero (de las que la novela toma su nombre) y sin contacto directo con el mundo exterior.

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doscientos metros viraron en dirección a los tranquilos corredores que conducían a la misma<br />

entrada <strong>de</strong> Espaciópolis.<br />

Les estaban esperando. Era evi<strong>de</strong>nte que los guardias conocían a R. Daneel <strong>de</strong> vista, y, aun<br />

cuando fueran humanos, lo saludaron con un movimiento <strong>de</strong> cabeza, sin el menor indicio <strong>de</strong><br />

repugnancia.<br />

Uno <strong>de</strong> ellos se aproximó a Baley y lo saludó con cortesía perfecta, al estilo militar. Era alto<br />

y grave, aun cuando no el absoluto <strong>de</strong>chado físico <strong>de</strong> un espaciano representado por R. Daneel. Le<br />

pidió:<br />

—Por favor, su tarjeta <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación, señor.<br />

Lo examinaron con rapi<strong>de</strong>z, pero a conciencia. Baley observó que el guardia usaba guantes<br />

color carne, y traía un pequeñísimo aunque visible filtro en cada una <strong>de</strong> las ventanillas <strong>de</strong> la nariz.<br />

El guardia saludó <strong>de</strong> nuevo y <strong>de</strong>volvió la tarjeta, añadiendo:<br />

—Hay un pequeño Personal para Hombres que nos complacemos en poner a su disposición<br />

si <strong>de</strong>sea ducharse.<br />

Surgió en la mente <strong>de</strong> Baley la posibilidad <strong>de</strong> negarse a admitir tal necesidad; pero R.<br />

Daneel le tiró con suavidad <strong>de</strong> la manga en cuanto el guardia se hubo retirado un paso,<br />

indicándole:<br />

—Se acostumbra, socio Elijah, que los habitantes <strong>de</strong> la ciudad tomen una ducha antes <strong>de</strong><br />

penetrar en Espaciópolis. Te informo <strong>de</strong> esto porque estoy seguro <strong>de</strong> que no tienes el menor <strong>de</strong>seo<br />

<strong>de</strong> sentirte incómodo o <strong>de</strong> que nosotros nos lo sintamos. Debes aten<strong>de</strong>r a todas las necesida<strong>de</strong>s<br />

higiénicas que creas oportuno. Una vez <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> Espaciópolis, ya no podrás hacerlo.<br />

tras él.<br />

—¡Pero eso es imposible! —murmuró Baley, muy cohibido.<br />

—Me refiero, naturalmente —explicó R. Daneel—, para los habitantes <strong>de</strong> la ciudad...<br />

Ante esas palabras, el semblante <strong>de</strong> Baley reflejó una sorpresa hostil. R. Daneel continuó:<br />

—Lamento mucho la situación; pero tal es la costumbre.<br />

Sin replicar, Baley entró en el Personal. Sintió, más bien que verlo, a R. Daneel que entraba<br />

«¿Comprobándolo él mismo?», se preguntó Baley.<br />

Durante un momento colérico, se regocijó en el pensamiento <strong>de</strong>l asombro que le preparaba<br />

Espaciópolis. De pronto, le pareció que era, en efecto, menor al que le produciría un <strong>de</strong>sintegrador<br />

en su propio pecho.<br />

El Personal veíase pequeño, pero muy bien dispuesto y antiséptico en su limpieza. Notó un<br />

olorcillo penetrante en el ambiente. Baley lo olfateó, dudoso al principio.<br />

¡Ozono! Habían inundado el lugar <strong>de</strong> radiaciones ultravioleta.<br />

Un pequeño aviso centelleaba apagándose y encendiéndose varias veces, y luego<br />

permaneció iluminado. Leyó: «El visitante <strong>de</strong>be quitarse la ropa y los zapatos y colocarlos en el<br />

hueco indicado».<br />

Baley se <strong>de</strong>sprendió <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sintegrador y <strong>de</strong> la funda; cuando se hubo <strong>de</strong>snudado, se lo ciñó<br />

otra vez a la cintura. Le pareció muy pesado e incómodo.<br />

lugar:<br />

Su ropa <strong>de</strong>sapareció por el hueco. El aviso iluminado se apagó. Otro se encendió en su<br />

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