11.07.2015 Views

pfhlamc

pfhlamc

pfhlamc

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Eso es, mi querida señora, pues la gente no acude a usted porque sufra unexceso de dicha.nada.—No, normalmente viene como usted misma, porque dice que no siente—Pero ahora puedo sentir. Estoy abierta a todo. Sin embargo, en cuantousted logra esto, se apresura a decir: déjalo, deja el dolor donde no pueda hacertesufrir, conviértelo en un cuento o en una historia. Pero yo no quiero dejarlo. Sí, yasé lo que quiere que diga: que gracias a que he rescatado tanto material íntimo ydoloroso (y que me maten si puedo llamarlo de otra manera), gracias a que «lo hetrabajado» y lo he aceptado y lo he convertido en algo general, ahora soy libre ypuedo sentirme fuerte. Bueno, muy bien, lo acepto y lo digo... Y ahora, ¿qué? Estoyharta de los lobos y de los castillos y de los bosques y de los sacerdotes. Puedoenfrentarme con ellos sea cual sea la forma en que decidan presentarse. Pero ya selo he dicho, Anna Freeman, quiero empezar a caminar sola.—¿Usted sola? —repitió.—Sí, eso es, pues estoy convencida de que hay zonas enteras de mi personahechas con un tipo de experiencia que las mujeres nunca han tenido antes...En aquel momento, comenzó a dibujarse la sonrisita en su cara. Era la«sonrisa del conductor» propia de nuestras sesiones, lo cual quería decir quevolvíamos a ser la psicoanalista y la paciente.—No, no sonría aún... —dije—. Creo que estoy viviendo un tipo de vida quelas mujeres todavía no han vivido nunca. Puedo asegurárselo...—¿Nunca? —y detrás de su voz alcanzaba a oír los sones que siempreevocaba en momentos parecidos, que eran como mares lamiendo antiguas playas ocomo voces de gente que hacía siglos había muerto.Tenía la facultad de evocar la sensación de vastas áreas de tiempo con unasonrisa o una entonación de la voz que a mí me encantaba, me apaciguaba y mehenchía de gozo, pero en aquel momento yo no deseaba aquello.—Nunca —dije.—Los detalles cambian, pero la forma es la misma.—No.—¿En qué es usted diferente? ¿Acaso quiere decir que no ha habido nuncamujeres artistas? ¿Que nunca han existido mujeres independientes, mujeres quehayan exigido una libertad sexual? Se lo aseguro yo: hay una gran cantidad demujeres que han desaparecido en el pasado mucho antes que usted, y por esomismo tiene que encontrarlas, encontrarlas en sí misma y ser consciente de ellas.—Estoy segura de que no se veían como yo me veo a mí misma. No sentíanlo que yo siento. ¿Cómo hubieran podido hacerlo? Que no me digan cuando medespierto, aterrorizada por un sueño de aniquilación total a causa de que haestallado la bomba de hidrógeno, que la gente sentía lo mismo con respecto al arcoy la flecha. No es verdad. En el mundo hay algo nuevo. Y no quiero oír, después deuna entrevista con un magnate de la industria del cine, que tiene en sus manos un405

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!