j - Memoria Chilena

deportista sin0 la de un farrista, desprestigio y mal
ejemplo para cualquier delegacibn.
Caucamftn comia con la cabeza baja para disimular
el desasosiego. El peso liviano era su amigo y
calmaba sus temores. En el gimnasio era alegne; todo
lo tumaba, a la broma. Daba suerte y cunfianza.
--dY con quikn voy a entrenar?
N o se apure. Ya habl6 con Gutikrrez.. . Le tiene
spuming.. . De usted depende que nos llevemos
un titulo a Maria Elena.
Siempre'lo mismo. El tenia que dar la cara por
todos. Se despidi6 del delegado, con rabia apenas disimulada,
y subib a su cuarto.
En la tarde, Smrisitu lo recibi6 con disposicibn
amistosa, sin hacer el menor comentario sobre la au-
sencia del peso liviano:
Vamos a trabajar duro por atima vez. Cuer-
da, espejo, sombra, guantes y saco.. . LC6mo se sien-
te, ah?. . . Lo importante es hacer una buena pre-
sentacih.. . Si ganamos, bien.. . Si nos ganan o
nos quitan la pelea, no importa. . . El prbximo ado,
usted barre con todos. . . Va a haoer dos rounds de
guantes con un veterano mediopesado del Ferrovia-
rio, que es zurdo.. . Me lo trabaja suave, apenas se-
dalando 10s golpes y manteniendo el ritmo todo el
tiempo.. . Maiiana, pura gimnasia y trote.. .
-LNO est6 Berrocal?
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