j - Memoria Chilena

da, adelante. Puntear y tomar distancia. Siempre cal-
mado, nunca derrotado, La derecha paradita, arriba,
para barajar. Est0 es el primer minuto. Hay que mos-
trar t6cnica y entrenamiento. Cuando ya le conoz-
cas el juego, lo atropellas. Tengo la idea de que el
tal VelBzquez debe ser un guath de 10s que se des-
hacen aJ primer pufiete. Tant6alo durante un minu-
to, para que no te pille frio. Despu6s lo invitas a1
cambio de golpes y lo mrtas de un viaje. Te vas a ir .
bien. . . Lo mBs importante es que no le hagas mucho
cam al pfiblico, ni al fotbgrafo ni a nadie. En el ring
se mira s610 a1 contrario y se oye a1 grbitro. Nadie
m&s.. .
Al subir a1 cuadrilBtero lo aplaudieron poco; pe-
ro cuando el anunciador daba su nombre, peso y
procedencia, la galeria lo ovacion6.
- . . .En este rinc6n, Guillermo Velhzquez, de
Puente Alto. Su adversario, Pedro CaucamBn, de Ma-
ria Elena. Decimasegunda pelea y idtima de la no-
che.
Caucamh oia mirando la lona. Lo dominaba
una nerviosidad alegre. Sentia miles de ojos pendien-
tes de 61.
Cuando Dominguez le quit6 la camiseta, un mur-
mull0 de aprobaci6n recorri6 la platea y las localida-
des altas. Era un pesado joven, sin grasa, de apostu-
ra firme y desenvuelta.
El Brbitro 10s tom6 amistosamente de la nuca,
repitiendo las instrucciones del combate. Los apos-
tadores iniciaron sus tanteos, desvergonzadamente.
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