j - Memoria Chilena

Los pegadores de Maria Elena jugaban a1 taca-
taca o probaban punteria disparando a 10s metkli-
cos patitos amarillos que se movian en triple colum-
na sobre un tel6n de paisaje invernal.
Su diversi6n favorita era la carrera futbolisti-
ca. Por algunos pesos tenian derecho a tirar una gas-
tada pelota de tenis sobre una plataforma perforada
con hoyos circulakes. Cada hoyo cubierto marcaba
cifras luminosas en una pantalla. Quien completaba
primm 1.050 pmtos ganaba el pretnio, que consis-
tia en tarros de duraznos, chocolates o botellas de
Cinxano. E3 que acertaba el cero ganaba la hrrera
de un solo tiro.
A cada participante se le asignaba un prestigio-
so nombre deportivo. Armado de micr6fon0, un mu-
chacho dirigia la competencia, imitando con rapidez
vertiginosa a 10s locutores de radio:
Toma la pelota el gran Toro.. . Sortea a la
defensa enemiga, pasa a uno, pasa a otro.. . iRema-
ta! . . . Pelota fuera del campo de juego.. . Tiro favo-
rablle para Toro. . . Curre, corre. . . iTiTa! . . . 200 pun-
tos... &l#e jugando &ora el Puta Benditu del Colo
Colo. . . El gran Sorrel con la pelota. . . Se corre, co-
rre, corre por su banda. . . Va a disparar sin hgu-
lo., . iTira!. .. 450 puntos.
El pluma Tejo, haciendo honor a su apellido,
ganaba algunas veces y recibia 10s palmoteos jubilo-
sos de sus compafieros. Cobraban el premio en ta-
rros de duraznos. Dominguez salia a comprar vino y
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