You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
-&Tres mil a uno?<br />
-&Dejkmoslo dos mil a seis?<br />
-Conforme.<br />
“Mejor -se dijo Caucamkn-. Dentro de ocho o<br />
diez minutos se acabark todo.” .<br />
Habia dormido mal. Estaba cansado per0 tranquilo.<br />
A1 sonar la campana, avanz6 con la guardia muy<br />
errada. El Bomba seguia somiendo. Ahora pudo observar<br />
1i estampa boxeril del famoso rival. T6rax ancho,<br />
costillas salientes, musculatura abultada de minero<br />
o cargador de muellte, surcada dqe gruesas<br />
yenas. A su lado, Caucamh era un muchacho alto<br />
y espigado.<br />
El Bomba continuaba sonriente con la guardia<br />
abierta. Fink6 con la derecha y lanz6 una izquierda,<br />
por fuera, de amplia trayectoria. Caucamhn hurt6<br />
el cuerpo, avanzando. El sonoro pufietazo cay6, pesadamente,<br />
sobre sus espaldas.<br />
Pegaba el bruto. Caucamh tuvo un fugaz gesto<br />
de dolor y se abraz6 con torpeza. En el cuerpo a cuerpo<br />
tom6 menta ‘cabal de la recia contex.tura de su<br />
adversario. Era una mole de piedra y acero, con recias<br />
respiraciones. Los musculos del est6mago se le<br />
movian como lagartijas. Separados, el santiaguino<br />
volvi6 a bornear la izquierda. Caucamh dio un salto<br />
felino hacia atrks y se apoy6 en las cuerdas. Un remolino<br />
de brazos se le vino encima, per0 logr6 capear<br />
el temporal, aplicando un derecho seco en la boca. El<br />
157