j - Memoria Chilena

A1 sonar la campana, Caucambn avanz6 a1 centro
del ring, extendiendo la mano.
El corralino comenz6 a retroceder con pasitos
cortos; uno hacia atrbs y dos a 10s lados. Caucamkn
avanz6 tocando a1 gordo con un golpe largo a1 est&
mago. El surefio se le colg6 a1 cuello con la izquierda,
mientras con la derecha daba unos golpes suaves, a
10s rifiones. Caucambn tom6 contact0 con una pie1
de gangocho, indecente, con espinillas negras. Un
cuerpo desaseado y grasoso, cuya cara somia, implorando
una pelea Qfnistosa, acsdt5mica.
Separados por el brbitro, Caucambn finte6 con la
izquierda, buscando distancia. El corralino, sin haber
recibido golpe alguno, volvi6 a colgarse de su
cuello, sonriendo con gran amabilidad.
-Chitas que se quieren -grit6 uno de la galeria.
-LPor que no se van a1 Hotel Bulgaria, mAs mejor?
A1 nortino se le agudizaba la audici6n en 1%
pelleas. Oh, nitidamente, 10s gritos be la apostadores.
Habia favoritism0 a sus manos.
i Pampino voy !
-
-&&in asegura nokao o retiro con Caucamiin?
-Mil doscientos voy a pner por el Caimdn.
Las tallas y chirigotas lo enardecian. Se decidi6
a terminar de una vez.
El gordo volvi6 a su baile, per0 cuando intenta-
ba un nuevo abrazo sin golpe, Caucamh le hurt6 el
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