j - Memoria Chilena

con la lengua trabada. . . Ahi tienen a1 pobre Buccio-
ne vendiendo peinetas a la entrada del Caupolic&n,
a pcos metros dlel ring donde se hizo tiras defenden-
do 10s colores. . . &Que sacan? Nada. . . Cuatro o cin-
co ahos de gloria y despuks el abandon0 completo. . .
En este pais de la previsi6n, &costaria mucho organi-
zarles una caja a 10s managers y boxeadores?. . .
Retenerles una parte del premio para que de viejos
no anden poco menos que pidiendo limosna.. .
Aquel aho, suspendida la temporada profesio-
nal con la llegada de 10s circos, la Federacih ofreci6
a Gutierrez el equipo de Santiago para el Campeo-
nato Nacional de Aficionados. Se habia negado por
motivos de salud. Al final, tanto habian insistido, que
acept6 el equipo de Maria Elena. Llegaba sin entre-
nador y traia s610 cinco peleadores. Los nortinos
eran sufridos y dbciles, de f6cil manejo.
-6Qu4 tal 10s de Maria?
-Paca cosa. Viene Domhguez, que ya es vetera-
no. Ea peleado por el sur y por el no&, pm la cordi-
llera y por el mar, y ana vez lkg6 a Ea finalles. El
pluma, le1 mosqa y el gallo p0cIrA.n resistir dos o tres
ruedas. La lbtima es Caum&n, el peso pesado.
Puede llegar lejos. Acabo de entrenarlo. Es r6pido y
s6lido, per0 no sabe nada; completamente novicio.
Ojal6 no lo malvgren. Si me 10 hubieran dado seis
mteses antes, Tnerian alp bueno. . .
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