j - Memoria Chilena

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pers6has que tal vez no habian tenido la oportunidad
que habia logrado yo para acercarme a1 Sefior.
"Segui mi viaje para Temuco, y ahora viene el
tremendo encontr6n con mi hermano carngl, Eliseo
Rios. El estaba ya en el Evangelio y siempre me aconsejaba
que dejara el mal camino.. . Tenia por costumbre
salir a esperarme a la estacih. All& estaba
con su seiiora, sus dos entenaditas y un entenado. Los
tries, muy chicos. Al bajm del tren, mi hermano me
abraz6 y me dijo:
"-Buenas noches, hermano.
"-Ahora si ,que ya soy tu hermano -le dije a mi
hermano carnal, y nos pusimos todos a Horar.
- i Aleluya ! i Aleluya ! i Aleluya !
- . . .Nos fubos para la casa de mi hermano
tan mntentos. Yo venia .con mi traje be invierno, de
comemiante del sur. Habia sufrido si& afios dfel asma
y ahma, alu fdtimo, de 10s rifiones. A ,veoes, por el
ma, tenia que dormir senbado.. . Asi, pues, lleguk
a la casa y me saque el chalh de vicuiia legitima,
las botas y el abrigo.. . Al poco rato, mi cuiiada se
par6 para ponerme otra vez el chal6n y el abrigo en
las espaldas.. .
"-Eche para all&, hermana -le dije yo-. Ya
no luecesito nin& chal6n -y para demmtrarle
me puse en mangas de camisa. . . Asi de sana es la
vida del Evangelio.. .
En este mummtu, mis hermanos, que el Seiiar
10s bendiga y les de a entender en lo que yo no he
podido.. . Si quieren conocernos y conocer a Dios en
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