L I B R O SG. BERNl: Pablo Sarasate. Edicionesdel Instituto Complutense deCiencias Musicales. SGAE. Madrid,1<strong>99</strong>4.184 páginas.El libro de Iberni viene a cubrir,siquiera sea de modo provisional, la lagunade la escasez de textos recientes sobreSarasate. El autor coloca la trayectoria delviolinista navarro en el marco de los virtuosismosinstrumentales del siglo pasado,fenómeno que incluso se agota en ciertamedida con el protagonista de su estudio,un músico por completo peisonal que nogeneró escuela alguna. Sarasate perteneciómás que nada -pese a sus giras españolaso en general europeas- a la vidamusical francesa, como prueban varias delas obras a é! dedicadas, entre ellas la Sinfoníaespañola de Lalo o el Tercer Conciertopara violin de Saini-Saéns (junto alas que habría que citar a! menos la Fantasíaescocesa del alemán Max Bruch).Iberni aborda el surgimiento del mito sarasatiano,pero aporta también los datosimprescindibles para trascender dichonivel; así, recuerda la dedicación del violinistaa la música de cámara. Sobre su estilointerpretativo, es interesante destacarque Sarasate fue posiblemente un músicoque no se ajustaba a! tópico romantizantecreado con posterioridad; los testimoniassobre su escaso vibrato van en tal línea.Pero si como violinista podría situarse alvirtuoso en los albores de una cierta ideade modernidad todavía vigente; en tantoque compositor. Iliemi no pretende revalorizara su biografiado, pues reconoceque sus técnicas de escritura tienden arepetirse hasta la saciedad. El volumen secompleta con un catálogo de Sarasate.una lista de obras de las que tiie dedicatarioy una interesante iconografía.E.M.M.LUIS G. IBERNI: Ruperto CbapL InstitutoComplutense de Ciencias Musicales.Madrid, 1<strong>99</strong>5. 575 páginas.RUPERTO CHAPI: Memorias y escritos.Edición de Luis G. Iberni. ICCMU.Madrid, 1<strong>99</strong>5.167 páginas.Asociamos el nombre de Chapí (1851-1909) al género chico, a partir de Larevoltosa, dejando sus obras de génerogrande (La hruja, ¡a tempestad, FJ rey querabió) en un segundo término, para desdibujarsesu numerosa labor (218 títulos)en la ópera (Circe, Margarita, la tornera)y páginas de cámara y sinfónicas. Estareducción, impuesta por el mercado, haceque conozcamos a medias su catálogo yque sea necesario un libro para recuperarlos trabajos del músico alicantino.Este hueco de nuestra bibliografíamusical ha sido llenado por el paciente yexhaustivo rastreo documental que suscribeLuis G. Iberni. No sólo recorre conminucia la vida profesional y privada deChapí, sino que da cumplida cuenta decada una de sus obras, con análisis musicológicos,dramáticos y literarios, quevan unidos a la recepción de los estrenosen la crítica, las referencias a los intérpretesy observaciones muy acreditadassobre la arquitectura teatral, las técnicasescénicas y los negocios empresariales deaquellos años.Para situar los trabajos y los días deChapí en la España de su tiempo. Ibernitraza un cuadro político y social de laRestauración, así como del nudo deinfluencias musicales que se tejió en esaEspaña: la tradición italianizante, la tentaciónwagneriana, la influencia francesa yel débale .sobre el nacionalismo musical yel casticismo. Un riquísimo material gráfico,objeto de una pesquisa no menospuntual que la anterior, facilita la evocacióne ilustra la información trasegadapor el investigador.El mismo Ibemi se encarga de exhumaralgunos textos del propio Chapí,entre los cuales una notable memoriaautobiográfica escrita a pedido del historiadorPeña y Goñi, en la cual retrata lasextremas penurias de su iniciación madrileña,con el ane del mejor naturalismo desu tiempo. También conserva interés testimonialsu polémica con Pedrell acerca delnacionalismo musical español, que paraPedrell debía evitar todo casticismo (unacrítica catalana a los latiguillos culturalesde Madrid, que consideraba a España unsistema de pintorescas provincias) y exigiruna alta calidad técnica a los músicas,Chapí tuvo admiradores francos, colegascariñosos o reticentes, críticos rigurososque señalaron su facilidad y su tendenciaa la chapuza, pero, sin duda, laposteridad le sigue ciando crédito y ellodemuestra su importancia y justifica estanutrida aportación científica hecha porLuis G. Ibemi.MICHAEL TALBOT: Tomasa AlbinoniEl compositor tvnecUttio y su mundo.Traducción: Félix Antón. AlianzaMúsica 69- Madrid, 1<strong>99</strong>5.341 páginas.El estudio de la figura de Alhinoni seenfrenta a numerosas dificultades, de loque es buena prueba la existencia de tresintentas de catalogación de su obra. Elpropio Talbot reconoce que los trabajosen la materia envejecen con rapidez,pero no por ello carece de un notableinterés el libro que ahora publica Alianzaen castellano, por cuanto además se salede las pautas habituales de las monografíassobre compositores que suelen accedera nuestra lengua. Albinoni no es unapieza clave para comprender el barrocoitaliano -cosa que acepta Talbot-, suproducción es de orden secundario y sumisma persona no encaja dentro de lasrígidos esquemas del héroe artístico a laromántica. Pero precisamente todo ellohace más atractivo el acercamiento deTalbot a un autor que hubo de pasar eltípico proceso de fama, olvido y recuperación,casi en paralelo con Vivaldi, elautor al que el musicólogo ha dedicadotantos trabajas (uno de ellos en Alianza,47). Sin embargo, el caso de Albinoni esciertamente más lamentable, pues de lasochenta óperas que compuso -llegó aestrenar !6 en cuatro años- sólo seis sehan conservado hasta hoy en manuscrito.El análisis que propone el autor de estazona de la obra del músico se aparta delo común por la importancia que tambiénconcede a los libretos, algo generalmentetan despreciado en la literatura aluso. Talbot no sobrevalora a Albinoni:reconoce que su estilo alcanza un sellopersonal, aunque no deja de caer en fórmulasrepetitivas, e incluso declara sinrubor que sus primeras obras instrumentalestienen ahora un valor de meracuriosidad para el estudioso y no sonpiezas de música cuya interpretacióntodavía le diga algo al oyente contemporáneo.Esta actitud realista, la indagaciónde los documentos conocidos para laconstrucción de! relato biográfico y elapéndice conteniendo una propuesta decatálogo son posiblemente los elementosmás positivos del volumen.E.M.M.JORDI MOTA Y MARÍA INFIESTA!Dita Werk Richard \tagtiers ini Spkfií 1 / c/erKutvn. Graben Verlag Tübingén, 1<strong>99</strong>5.Precio de suscripción hasta 31.12.95: 98DM. Precio posterior: 128 DM. 72006Tübingén. Postfach 1629. AlemaniaUna de las últimas sorpresas en la edición,incesante, sobre temas wagnerianoses la aparición de este libro casi lujosode 21 x 297 cms. y 308 páginas. La idea,reunir ejemplos de la influencia de laobra dramático-musical de Wagner en lasartes plásticas, tiene antecedentes. Que laeditora sea alemana, parece obligado.Pero que los recopiladores y comentaristasde la colección sean españoles, eso eslo que causa el asombro inicial.El matrimonio Mota-Infesta forma elalma de la vieja Asociación Wagnerianade Barcelona, la de Joaquín Pena. Suwagnerismo, acendrado y sincero, estádetenido voluntariamente en el final delproceso histórico que se cerró en 1945.Sin embargo, no es añorante, sino activoy hasta combativo en varias frentes, quevan desde la búsqueda de bibliografíahasta ia edición, hoy bilingüe y con distintoformato para cada idioma, de larevista Wagneriana. Ellos rodearon decalor cordial los últimas años de MestresCabanes y estuvieron en el origen delhomenaje que acabaron rindiéndole otrasinstituciones en 1988.En España habían publicado conanterioridad, dentro de esta temática,Pintores wagnerianos, libro más modesto.La pintura y el grabado siguen formandoahora lógicamente el núcleo de lanueva publicación (197 ilustracionessobre un total de 424), pero hay otras
« R O SHay Enciclopedias y enciclopedias; Historiasde la música y relaciones de nombresy fechas; libros con sentido y librosajenos a él. La primera garantía de estaGuía que reseñamos es su autor, StanleySadie, que nos ha hecho frecuentarcorao nadie a Mozart y a Haendel y queha sido el impulsor de esa obra irrepetibleque es el New Grave Dictionary. Noes obra sólo suya, sino de un pequeñoequipo de redactores-especialistas dirigidospor él, junto al que se encuentranAlison Latham, Judith Nagley, Paul Griffithí,y Wilfrid Melléis.El Giráder de la olxa es pedagógico yconsiderablemente pragmático. Contra loque es habitual, ese pragmatismo no implica-rebaja del listón-, Al contrario, el niveles muy elevado, pero se prescinde de paja,de elementos no esenciales. Se trata de unaintroducción exigente en contenidos y exigentepara con eJ estudiante que haga usode ella, pero éste no se perderá en recovecusalusivos o inútiles, sino que aprenderáqué es esencia! en la historia de la músicaoccidental. Se consigue una feliz combinaciónde coasiderabie nivel de exigenciacon una exposición sucinta y dará. Que.además, está enriquecida por numerososejemplos musicales y una muy útil y atractivaiconografía. Un libro así acaba enseñándonosalgo a todos, por muy ufano que seponga el supuesto o real especialista en loque se refiere a -su período-.UNA GUIA ÚTIL Y RIGUROSALa obra se divide en once grandescapítulos, de los cuales siete son estrictamentehistóricos, los capítulos 4 a 10.que van desde la Edad Media y el Renacimiento(4 y S, ambos de Judith Nagley)hasta la transición al siglo XX y los .tiemposmodernos- (9 y 10, desde el nacionalismoruso y checo en adelante, por Griffiths).Quedan en medio barrocos,clásicos y románticos (6 a 8, a cargo deSadie y Latham). Los tres primeros capítulasde la obra están dedicados a elementos(notación, ritmo, melodía, tonalidad,armonía, timbre, matices, etc. etc.),instrumentos, formas y géneros. Laimportancia de esta primera parte teóricaes tal que. en nuestra opinión, seria recomendableque el estudiante la consideraseprólogo y a la vez epílogo de su recorrido(que recomendamos detenido, conaudiciones, vid. infra); cuando hayanpasado escuchas, conciertos y frecuenciasen estas páginas, cuando esos tresprimeros capítulos sean epílogo, al lectorle sabrán Guia Aitt! Je laMthiai Traduetión de Hnsa Horero ViBapalos.Revisión de Jtuquín Oiamorro Midke,AkalEdkknes. 558 pégioas. Madrid, 1<strong>99</strong>4.secciones dedicadas a postales, carteles,ex-libris, objetos, escenografías, vidrierasy filatelia. El panorama de Wagner en elespejo de las artes es así vasto, aunquesólo recoja una pequeña parte del ingentematerial existente, que con otrosmedios económico-editoriales y otrametodología daría para una enciclopedia-no exagero- como 7f>e New Grave.ftt; su metodología hablan los autoresen la breve Introducción en tres idiomas:alemán, francés e inglés. Los agradecimientosalcanzan a una setentena defuentes. Las notas biográficas, sólo enalemán, se elevan a 170. También seofrece en versión trilingüe la descripcióny iocalización de todas las ilustraciones.Hay algunas erratas -por ejemplo, estánconfundidos los actos en las impresionantesescenas (ilustraciones n u s. 370 y371) de La Walkyria moscovita (1940) deEisenstein-, desequilibrios y solucionesexpeditivas (entre los objetos se incluyela escultura, representada por unos pocosaunque importantes ejemplos). Mas enesta oportunidad, por el momento únicao al menos rara, los autores han sabidodestacar la presencia española en larecepción plástica de Wagner al escogere incluir muestras de una treintena de firmas,que preside el gran pintor santandennoRogelio de Egusquiza (1845-1915),cuyo segundo retrato de Wagner fueconsiderado oficial en Wahnfried.El asombro da paso así a la admiracióny al agradecimiento. He aquí e!resultado de la tenacidad y de la consecuenciacon el ser de uno mismo. JoaquínPena puede sentirse orgulloso desus sucesores.A.F.M.