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Scherzo. Núm. 99

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D O S I E RHenry Purcellsobranies de la edición de .sonatas de trío de 1683: concretamenteel número di- obras no incluidas que la viuda dePurcell pudo hallar se elevaba a diez, las cuales parecenproceder incluso de una etapa anterior a la de las obrasrecogidas en la edición de 1683, La diferenciaentre el título de la edición de 1683 (Sotwatas oflll Parts) y la de 1697 no es .significativa:ambas están concebidaspara dos violines y bajo con elacompañamiento de un in.strumentode tecla. El violonchelose introdujo bastante lentamenteen Inglaterra, demanera que la voz instrumentalde bajo estabareservada más a laviola da gamba -instrumentoque gozabade predilecciónentre la nohlezaqueal violonchelo.Las sonatas dePurcell tuvieronun uso privado,pues un buennúmero de aficionadosadquirieroncopias para interpretaresta músicacon sus amigos oprofesores de música.Asimismo tuvieronrecepción en lücorte si bien en calidadde música deacofn pa ña m iento,En estas sonatas publicadasen 1697 no es visibleel cambio estilístico queadquiere la música de Purcellen sus últimos años. Pero no sólose transformó el estilo del compositoringlés: en los diez años que transcurrenentre la publicación de las sonatasa cuatro partes y la llegada de Hunde 1 a Henry Purcell, obraInglaterra, el estilo musical se transformóen gran medida. Las sonatas deI National PortrailCorelli supusieron un renovado idioma instrumental quehizo que las sonatas de Purcell cayeran en el oKido ydesaparecieran del repertorio común inglés. El prestigioque Purcell continuaría gozando se basaba, por consiguiente,en su obra vocal religiosa y teatral. Sólo la Sonatan" 9 continuó siendo interpretada: ya en 1704 se denominabaThe Colden Simula, en 1707 apareció en una ediciónindependiente y en 1776 fue publicada de manera abreviadaen la obra de Sir John Hawkins A Genera! Mistan,' oftheScience and Practica ofMusic. El hecho de que las Sonatasa cuatro partes no fueran publicadas hasta la muerte dePurcell refleja sin ninguna duda que no existía un públicosuficiente que apoyara la edición de música instrumental.Esta falta de interés es la que explicaría la falta decopias contemporáneas del manuscrito.En definitiva, las diez Sonatas se sitúanal final de una tradición camerísticaque había comenzado con lasobras que Coprario y Gibhonshabían compuesto para elmonarca Carlos I y almismo tiempo suponenel comienzo de unanueva: la tradición dela sonata de trío tardobarroca,influidaen Inglaterra porCorelli. quien habíapublicado su Op. ien 1681. Por elloPurcell escribiríaen el prólogo dela edición de 1683que aspiraba a-una imitaciónexacta de los másafamados maestrositalianos-': enla edición de 169 7ya no era necesarioun prólogo semejantepues el estilo italianoera algo plenamenteasumido en lamúsica inglesa de finalesdel siglo XVII. Se trata deuna de las obras más extraordinariasde su quehacermusical: cada rasgo de armonización,figuración e imitación quees usado impresiona por la grandezade su concepción y el intimismo de suexpresividad.de John CloslermanGallery, Londres) La música para tecla de Purcellsupone una mínima parte si la comparamoscon su obra vocal sacra, teatralo camerística. Además de las ocho sufres dedicadas a laprincesa Ana. que no son más que amables miniaturas,Purcell compuso un número de breves piezas destinadasprobablemente al músico aficionado así como transcripcionesde otras obras: todas estas piezas no revisten una gransignificación en ¡a producción musical del compositoringlés.Paulino Capdepón VerdúNotas1. Véase el magnífico estudio de esta ópera a cargo de diferente;. 1 ,especialistas en Purcell: Dulo and Aeneas. An Opera. Norton,Londres, 1986.2. Jack Westrup. -Purcell, Henry. en: The :\i'W Grore Diclioiiiny ufMíistc and Mmiciaiis, vol. 15. pág. ¡67.3. La faniasia para órgano bahía adquirido tanto apogeo en el sigloXVII que a los aspirantes a organista de la Catedral de San Marcosde Venecia se les exigía la interpretación de una fantasíasobre un tema dado. Véase Claude l'alisca, IM nithica del Iwnxrca,Víctor Leru, Buenos Aires. 1968, pág. 118.130 H'h&fa4. Lorenzo Bianconi, Historia de la música: el siglo X\11, Turner,Madrid, 19H6. pág. 67.i. Manfred Hukofzer, IM música cu la época barroca. Alianza Edi-(ori.il. Madrid. 1986, pág. 22

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