O S I E RHenry PurcellPURCELL Y LA INGLATERRADE SU TIEMPOLa biografía de Henry Purcell (1658-169S) puedesintetizarse en pocas líneas. Hijo posiblemente cíeotro músico del mismo nombre, los primeros datosconocidos lo sitúan como corista de la reorganizada(por Carlos II) Capilla lieal, junto con John Ulovv yPelham lluniphrey, entre otros. Allí, Henry Cook,viejo militar, vocalista y compositor, tutelaría losinicios de su carrera como instrumentista, cantante ycompositor, Su muy temprano (para la época) cambio devoz (16"3) le apartó de la Capilla Real para ser empleadocomo asistente de John Hingston, superintendente de losinstrumentos del rey. En 167+ fue nombrado afinador delórgano de la abadía de Westminster. El hecho de que seconserven algunas partituras copiadas por él, no autoriza,sin embargo, a creer que ejerciera habitualmente lasfunciones de copista.A los 18 años de edad (1677) fue nombrado compositorordinario de los rialines del rey, es decir, de la orquesta decuerda creada por Carlos II a imitación de los ivinticiuitrupiolines de Versalles. Poco después, en 1679, .sustituyó a J.Rlow como organista de laabadía de W'estminster ydesde 1682 (ni: uno de los organistasde la capilla real.Desde 1683 lúe mantenedor yafinador de lo> instrumentosdel rey. A la llegada al tronode Jacobo II añadiría a loscargos anteriores el de clavecinistade la música privadadel rey, que también ocuparádurante el reinado de Guillermo111. Su última participaciónen ceremonias oficiales sobrela que tenemos noticia fuedurante el funeral de la reinaMaría (1694).La lista de los cargos cortesanosocupados por Purcellfue, como ha podido verse,larga. Pero en Inglaterra, alcontrario que en la mayoríade las cortes europeas, estono implicaba permanecer exclusivay permanentemente alservicio ciel monarca. La remuneraciónoficial era baja ya los músicos reales les estabapermitido ejercer su profesiónen privado. Y en este sentido es forzoso recordar, al menos,la intensa dedicación de Purcell a la música escénica, iniciadaen 1680 —el mismo año en que inauguraba su larga seriede Orias con una de bienvenida a Carlos II- y que le ocuparíadurante el resto de su vida: pocos días antes de moriraún trabajaba en la música para el Don Qitixotc. de Durley.Los reinados de los tres monarcas -Carlos II (1660-1685),Jacobo II (I68>IA88I y Guillermo III (1689-P02)- a cuyoservicio estuvo Purcell llenan un crucial periodo de la vidaMapa de Londres, c. 1700. Marcando cuatro de las calles en quevivió Purcell, cerca de la Abadía de Weslminsleíinglesa, el de la Restauración y la Revolución Gloriosa, en elque -apoyándose, desde luego, en antiguas raíces y en laherencia de la república cromvvelliana- se avanzaría conpaso firme hacia la modernización del país. Y el extraordinariotalento de nuestro músico contribuiría decisivamente asu caracterización desde el punto de vista cultural.Fue entonces cuando Inglaterra se dotó de un régimenpolítico esencialmente distinto del absolutismo que dominabaen el continente, lo que no se consiguió sin fuelles tensionespolíticas. En 1660 se cerraba el paréntesis del Interregnorepublicano, restableciéndose la monarquía en lapersona de Carlos [|. Pero Restauración significaba tambiénreanudación de la tradición parlamentaría. Es más. fue elparlamento restaurado al artífice de la restauración monárquica.Y aunque en un principio ajxjyó la tendencia al gobiernopersonal del monarca, pronto se reanudó la viejapugna entre ambas instituciones. Cuestiones como el mantenimientodel ejército, la tolerancia religiosa -que Carlosquería aplicar, sobre todo, a los católicos en contra del tambiénrestaurado monopolio de la Iglesia de Inglaterra-, Ladenuncia de un -,;supuesto?-complot papista por el aventureroTitus Oates acarrearía,además de la represión contralos católicos, la crisis ele l
clero el mismo año (1688) terminaran por unificar a la oposiciónparlamentaria. Aunque transgrediendo la legalidad,desde Londres se solicitó la invasión por paite de GuillermoOrange (esposo de María, hija de Carlos II y, como su hermanaAna. protestante). La huida ciel monarca facilitó lascosas, consumándose la incruenta Revolución Gloriosa.Guillermo MI y María reinaronconjuntamente, previaaceptación del Bill of Rigbts,que limitaba el poder real yasi fina ha inequívocamente alParlamento cuestiones comola imposición fiscal y la autorizaciónpara el mantenimientoúe un ejército en tiempo depaz. Poco después (1694). laLey Trienal fijaba los perkxlospara la convocatoria de eleccionesparlamentarias y finalmente,en 1701, se reguló lasucesión de la Corona (Act ofSetth'itient), excluyendo deella a los pretendientes católicos.Inglaterra no dejaba de.ser -la nación más dividida ypendenciera bajo el sol- (DanielDefoe), pero había encontradola estabilidad políticarepudiando el absolutismoque dominaba en el continente.Los Dos trillados sobre elgobierno de John Locke(1690) plasmarían teóricamentela necesidad ciel pacto so- ^^^^^^^nal para evitar el poder abso- Da¡M purce|| hluto. .Su influencia en el Siglo Gallery, Londres)de las Luces sería notable.Las dispulas políticas, sin embargo, no impidieron laaplicación de una política económica coherente. La hase,como en casi toda Europa, fue el mercantilismo. Pero laparticipación de mercaderes en los debales teóricos -citamosen lugar destacado a Josiah Child (1630-16<strong>99</strong>)-y la posibilidadde ser oídos en el parlamento, entre oirás razones,hicieron que se corrigieran algunos de los típicos excesosmeraint¡listas. Li tendencia fue la protección de- la marina yel mantenimiento ciel monopolio metropolitano en el comercioy abastecimiento de las colonias americanas y en elcomercio asiático (éste, en manos de una compañía privilegiada,la lias!¡lidian Company), en el que los tejidos (sedasy algodones) y el té cobraron cada vez mayor importancia ypara cuya fluidez se autorizó la exportación de determinadostipos de metales preciosos. La flexibilidad vendría alfinal del periodo para la trata de negros y la lil>era! i/acióntotal, para el comercio con Europa. Las actividades textiles ymanufactureras recibieron también protección directa o indirecta(prohibición de exportación de la lana irlandesasalvo a Inglaterra, restricciones a la importación de textilindio no destinado a la reexportación, por ejemplo). El resultadofue el aumento espectacular dd comercio exterior,en el que destacaban las reexportaciones de géneros coloniales.Y el afianzamiento del comercio se impondría progresivamentecomo una de las grandes exigencias de su políticaexterior. ¿Hay que recordar a este respecto losacuerdos con Portugal tras su .separación de la MonarquíaHispánica, las sucesivas guerras con Holanda o, fuera ya delperiodo que nos ocupa, los tratados relacionados con laGuerra de Sucesión española?Y, rasgo peculiar, tampoco se descuidó la producciónagraria. Olvidando los preceptos mercantilistas, se autorizó yn o s iHenry Purcellaun se primó en determinadas circunstancias la exportaciónde cereales. Esto, entre otros factores, hizo que la agricultura,a finales del XVII, fuera ya una actividad económicamenterentable para los propietarios, propiciando las transformacionesagrarias -la publicación de tratados de agronomía,inspirados muchos de ellos en los métodos de los PaísesBajos se incrementó notablemente-y acelerando el procesode cercamientos de fincas(cuyo máximo llegaría en elreinado de Jorge Ili) y de laexplotación medíante arrendamiento.Aumentó la producciónagraria y el hambre comen/abaa alejarse, en mayormedida que en otros países,del horizonte vital de los ingleses.En los años 90 se buscóuna nueva salida al cereal,prohibiendo la importación delicores e impulsando la destilaciónde ginebra. Tendría, sinembargo, una dimensión negativa:la extensión del alcoholismollegaría a constituir ungrave problema nacional.Por otra parte, el crecimientodel comercio llevóconsigo el desarrollo de labolsa (instituida oficialmenteen el reinado de Guillermo III)y de las actividades bancadas,así como el de los seguros marítimos(desde los años 80) y,a raíz del incendio de Londres,los seguros contra incen-menor de Henry. (National Portraitdios comenzaron ¡i cobrarcarta de naturaleza. Y en 1694 la creación del Banco deLondres (una compañía privada, en realidad) ponía sobrenuevas bases la financiación de la deuda pública. La tierraseguía siendo la inversión prelerida. l'ero las posibilidadesde inversión y, por lo tanto, de enriquecimiento se habíanmultiplicado.No era ajena a todo esto la relativamente flexible estructurasocial del país. Inglaterra contaba, por una parte, con elestamento nobiliario más reducido de Europa -los privilegios,menores que en el continente, sólo se transmitían alprimogénito-. Aun considerando parte de ella a la genliy-terratenientes rurales no definidos jurídicamente, pero deformade vida nobiliaria-, seguía siendo muy minoritaria. Lapermeabilidad social, al menos ya en esta época, era menorde lo que se ha venido afirmando. Los matrimonios mixtoseran, de hecho, prácticamente excepcionales \ más llamativospor ello. Pero ninguna actividad era considerada ilícitao deshonrosa como medio de enriquecerse, lo que en símismo, por otra parte, constituía un fin social mente loable.Y los comerciantes, al menos los más importantes, no estabandel todo excluidos de la élite dirigente.Y en esta Inglaterra cuyas estructuras se modernizabanmás rápidamente que en cualquier otro pais europeo, la capital,auténtico microcosmos, merece una atención especial.Inglaterra contaha entonces con algo más de 5.000.000 dehabitantes ¡Escocia .se aproximaba al millón e Irlanda duplicabaesta cifra) y estalla escasamente urbanizada (Norwichy Bristol. segunda y tercera ciudades en tamaño, sumabanunos 50.1X10 habitantes: Liverpool tenía 5.(X>0). Pero Londresse presentaba como un gigante en constante crecimientoque ni la epidemia de peste de 1665 (unos "'O.OOÜ muertosde, aproximadamente, 400.000 habitantes) ni el gigantesco117