D I S C O SActualidadNAGANO, SHERLOCK Y LOS CUATRO DETECTIVESEra una tarea de sabuesos. Y el siempreinquieto Holmes estaba fascinado,tanto que comenzó a barruntar ¡aposibilidad de prescindir del viejogaleno Watson como ayudante y Ixiscaracomodo en el piso de Baker Street aLangham-Smith, a Young, a Payne y aKaye -británicos todos ellos, por cieno-,que de seguro sabrían apreciar su arte ala hora de empuñar arco y violín muchomás que el mentado Doctor, que a vecestorcía ei gesto cuando el inirépido detectiveentonaba los aires de Bach o Rózsa.Y es que Sherlock Holmes no daba créditoa tanta investigación musicología.Richard Langliam-Smith, por ejemplo:con destreza insuperable había .seguidoe¡ hilo de Ariadna que llevaba hasta laprimera ópera de Claude Debussy,Rodrigue el Cbimene, sobre el hispanotema de Ruy Díaz de Vivar. Mío Cid llamado,que el maestro galo había escritoentre 1890 y 1892, en medio de su febrilamor —esa vieja pasión que hasta a losaltos intelectos afecta-, pensó Hoimescondescendiente- por aquella chica deNormandía, Gabrielle Dupont, y a laque, no sólo dedicó la no-orquestadaópera, ¡encima le regaló el manuscrito!Bien salíía Holmes -lector de SCHERZOdesde su fundación- que Santiago Martínnarraba loda esta historia en su crítica ala primera grabación mundial de la obra,debida a Kent Nagano y la Opera deLyon, para Erato (comentada en elnúmero 100, diciembre de 1<strong>99</strong>5; Holmes.siempre más rápido que las demás mortales,leía las numeras de la revista conun mes de adelanto, antes incluso deque se publicaran), pero le seguía admirandola historia desentrañada por langham-Smith(o sea, de como Alfred Cortotfue atendido en un teatro de Rouen porYviene como el diluvio: incesante ytorrencial. Tomen nota, si pueden.Entre nosotros, extracto de la Royal(Charles) Edition. el notabilísimointegral de las Sinfonías de LeonardBernstein/Filarmónica de Nueva York,años 60. de Sony, que, en estos días, terminaun nuevo integral, el de Lorin Maazel/Pittsburgh,añas 90, Allende las fronteras,y mañana aquí, mucho más. Otrointegral de Sinfonías (ukka-Pekka Saraste,al frente de su orquesta, esto es, la Sinfónicade la Radio de Finlandia, distribuciónBMG. Pero Saraste y su orquestaacaban de firmar un contrato de tres añosde actividad con !a firma para la que, porlógica, deberían llevar grabando lustros,esto es, Finlandia Records. ¿Y qué van agrabar? Pues un CD Musorgski con obrasuna acomodadora que resultó ser una yaanciana -Gaby- Dupont, que le dijo poseerun manuscrito de Debussy, de lo cualinformó el pianista a la Biblioteca Morgande Nueva York, que adquirió elincunable a la muerte de su albaceamusical -o sea, Gabrielle-, y de cómoLangham-Smith trascribióel texto para canto ypiano, y se lo hizo llegara Kent Nagano. quesugirió que Langham yese músico ruso modernista,Denisov, completaranla orquestación,para que así la obra llegaraa la Opera de Lyonel 14 de mayo tie 1<strong>99</strong>3.y luego aldisa)...).¿Y qué decir de la Kent Naganolabor indagatoria dePercy Young -a Hoimes, le divertíansobremanera sus tirantes con notaciónpentagramática que el musicólogo exhibíadoquiera il>a-, que había reconstruido laópera de Elgar The Spanish Lady (denuevo el tema español, ¡pardiez!). del año1933. asunto a! que el autor de Camelacushabía llegado vía BemanJ Shaw? ArmeManson, aquella directora descubiertapromocionadapor Abbado en Salzburgoí>4. había grabado la partitura, en la edicióncrítica de Young, para la BBC y suserie fonográfica, con los conjuntos de laOpera de Escocia y la Sinfónica de la BBCEscocesa. Y el viejo maestro Sir Edwardseguía de actualidad, sí -Holmes recordabacómo él fue el único que descubrió el•tema oculto» de las Variaciones Enigma,y cómo prometió al sorprendido compositorque ¡amas revelaría .su hallazgo deductivo-,porque Anthony Payne, el Imperiolo bendijera eternamente, había logradoEL SIBELIUS QUE VIENEorquestales u orquestaciones de páginasdel maestro ruso. y... Sibelius, naturalmente.Pero no las Sinfonías, no, porqueésas ya las está grabando -tercer integralde su vida, las das anteriores, para EMI.con ia Orquesta de Boumemouth y laFilarmónica de Helsinki- Paavo Berglund.que, en esta ocasión, ha elegido un conjuntomusical inesperado, la Orquesta deCámara de Europa. Saraste grabará parael sello finés páginas orquestales no sinfónicasdel autor de Hanieenlinna (Tavastehusa la sueca, como ustedes prefieran).•E! sello finés...- (Cuál de ellos, preguntaríaLeif Segerstam? Porque ahora hayotro. Ondine. con el que el brahmsiano-por aspecto-, siempre inquieto y fabulosomúsico que es Segeretam ha empezadoa grabar... exacta, Sibelius. Tras su nadaponer orden a los despiezados materialesde la Tercera Sinfonía, darles forma yaliento cual Deryck Cooke de los 90, y llevarlosal disco -también de la BBC. -Elemmentary,dear Payne—, con fragmentasdirigidos por Yan Pascal Tortelier, depadre tan recordado, con la Filarmónicade la emisora.Eran, sí, días buenospara Albión y la música,ya que un cuarto subditode Su Majestad, MichaelKaye, había logrado irplus ultra que FritzOeser en su reputadaedición íntegra paraAlkor, Kassel, de ¿osBORY CARNECJEcuentos de Hoffmann.de jakob, perdón, JacquesOffenbach, y reunir,finalmente, toda lamúsica creada por el auior antes de queel bienintencionado Guiraud -Holmestenía la curiosa costumbre, obviamenteculterana, de llamar a Guiraud *el Kiniskide Bizet y de Offenbach-, apreciaciónque siempre dejaba perplejo a Watson,pero que, sin duda, Micliael Kaye -cazaríaal vuelo—, pues bien, Sí, Emest Guiraudle rehiciera los pentagramas y se los recítatiuizara(otro neologismo acuñado porHolmes). Y era precisamente Kent Nagano,ese -japonés de California- -eso lohabía leído una vez en la sección de noticiasde .SCHERZO. páginas amarillas de larevista-, quien llevaba al disco (Lyon,Erato, -ancora una volca-) esa nueva versiónultra-íntegra de Los cuentos.Sí, había llegado la hora: Holmesdescolgó el auricular adosado al fax ymarcó el primer número. -¿Mr. Langham-Smith? Mi nombre es Holmes, SheriockHolmes.. .•desdeñable Mahler para Chandas. Segerstamvuelve la vista al autor de Kullenoycomienza su contado con Ondine con unCD que incluye Lis Cuatni leyendas delKalevala y Tapióla, dirigiendo a la Filarmónicade Helsinki. El siguiente disco, node Sibelius, incluirá la Séptima Sinfonía deRautavaara. Pero, para no perder el hilo,Karita Matlüa grabará para Ondine cancionesde su ilustre compatriota (o sea, Sibelius).con limo Ranta al piano. Y volvamosa Saraste, con un proyecto de enormeinterés, que también ha financiado Ondine:la primera grabación de la ópera Jubade Aare Merikanto -un autor y una obraque rueran apreciados por Sibelius-. con.su orquesta de la Radio y un plantel solistaque incluye a Jorma Hynninen, EevaLiisa Saarinen y Raimo Sirkia.
ActualidadOpiniónHISTORIAS DE LA RADIO... Y DEL DISCOEl pasado mes de septiembre, micompañero -de radio y de SCHER-ZO- Luis Suñén dedicaba una secciónen el programa Música y discosde Radio Clásica, RNE, a un temasingular: De la radiu al disco. El motivoera la nueva serie británica de CDs,intitulada BBC Radio Classics, que iniciala comercialización de los fondosde conciertos de la emisora inglesa,de acuerdo con los intérpretes y. ensu caso, con los compositores en activoprogramados en la serie discográfica.La nueva colección y sello fonográficode la BBC ha comenzado aubicar en el mercado un archivoamplísimo de registros, en el que seencuentran plúrimos tesoros musicales.Y todo ello gracias a que, comodecía la vieja frase promocional, -laradio estuvo allí-.Recordemos una no muy vieja historia.En 1979, última semana de agosto,debutaba en el Festival de Salzburgola Sinfónica de Boston, dirigida porOzawa. Tanto la orquesta como laORF -la radio-televisión austríacahabíanmanifestado su recíproco interésen que los dos conciertos fueranretransmitidos y grabados por la radio,pero en los días previos a las actuaciones-24 y 26 de agosto- se suscitóuna maraña de problemas y entresijoslegales (sindicatos de la agrupación, lacompañía de discos, alguno de lossolistas intervinientes, etc.) que llevóa un callejón sin salida el proyecto:finalmente, el día del primer concierto,fue Harry Kraut -entonces gerentede la orquesta, que durante lasiguiente década sería Matiager deLeonard Bernstein- quien zanjó elpunto muerto: -Vamos a dar las conciertosy que la radio los grabe;nuestros abogados resolverán luegolos problemas-. Una decisión tanpragmática como salomónica, porque,valor añadido, a la propia agrupaciónamericana le interesaba tenerconstancia documental de tal presentaciónsalzburguesa de cara a cualquierposible edición discográficafutura.No en vano, tres maero-álbumesde estos años 90 de tres formacionessinfónicas, cada uno modélico en sugénero, se han basado en los tesorosde la radio: el de los 75 años de ¡aFilarmónica de Estocolmo -editadopor BIS-, el del sesqu icen tena rio de laFilarmónica de Viena que publicaraDG en 1<strong>99</strong>2, y el del centenario(1<strong>99</strong>0) de la Sinfónica de Chicago,difundido por la propia orquesta; eneste último, sensacional volumen.Henry Vogel, el intendente de la formación,escribía calurosas palabras deagradecimiento hacia la WFMT. laemisora de radio de Chicago (-nuestrossocios sonoros-, anotaba Vogel).gracias a cuya colaboración la admiradainstitución había podido preservarsu legado musical y confiarlo al disco.F.n la última edición del Festival deGranada se plantearon dos situacionesd iscográ fi co- rad iofó n icas con tra pu estas,en directa relación con lo hastaahora anotado. De una parte, unextraordinario grupo vocal francés, elEnsemble Organum, que dirige MarcelPeres, planteó su negativa a que suactuación en la Catedral fuera difundidao grabada por Kadio Nacional,ya que el conjunto acababa de publicaren el sello Harmonía Mundi undisco. Chant mozárabe, con el mismorepertorio; de otra, la Orquesta Sinfónicade Tenerife y su titular. VíctorPablo-Pérez, interpretaban en uno desus dos conciertos un programa coincidentecon el del compact-disc queagrupación y solista han grabado paraDecca -se tocaban concretamente, lasdos ediciones, F.nesco y CristóbalHalffter, de la Rapsodia española deAlliéniz-; al .ser preguntada la perspicazgerente de la formación tinerfeña,Carmen Kemper, si no les preocupabaque la radio emitiera en concierto lasmismas obras del CO, su respuesta fueejemplo de sentido común: -¿Quémejor promoción podemos tener deldisco?-.No hace falta echar mano deanuarios o enciclopedias. Lina enormecantidad, me atrevería a pensarque en torno al 50 por ciento, de laspublicaciones actuales en disco sebasan en acuerdos, cesiones, colaboracioneso intercambios entre laindustria y el medio radiofónico,representado en Europa fundamentalmentepor las emisoras públicas vinculadasorgánicamente a la UniónEuropea de Radiodifusión, Euro-Radio. Pensemos, más específicamente,en las ediciones en disco que elFestival de Salzburgo está dando aconocer, vía la ORF, a través de firmascomo EMI, Sony o DG, que nosestán revelando facetas insospechadasdel quehacer de artistas comoKarajan. Schwarzkopf, Furtwá'ngler oSzell. La nueva serie de la BBC va asignificar un descubrimiento nomenor; basta pensar en el material delos célebres conciertos Proms. endonde la emisora ha ido preservandoy atesorando, durante décadas-desde 1923-, para ser precisos-,documentos de valor artístico incalculable.Son los resultados de años yaños de fructífera entente (radio yorquestas) que, entre nosotros, nosiempre se han dado. Y cada vez queel citado binomio no funciona en estalatitud, será bueno acordarse decómo valoran y cuánto deben a laradio esas modestas instituciones quellamamos Sinfónica de Boston, Filarmónicade Viena, Concertgebouw,Sinfónica de Chicago...|osé Luis Pérez de Arteaga