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ESTADOS UNIDOS
GUÍA DE EQUIVALENCIAS PRL ENTRE PAÍSES
ESTADOS UNIDOS - ESPAÑA
tro de los certificados de formación específica para la prevención de los riesgos
asociados, adjuntando prueba de que el trabajador ha comprendido y asimilado el
contenido de las sesión formativa.
A Planes de Emergencia (Estándar 29-CFR 1910.38): La norma no establece de
forma concreta la obligación de mantener el registro de los Planes de Emergencia
elaborados por la empresa. Aun así, todo empresario tiene atribuida la obligación
de elaborar dicho plan, por lo que podrá ser exigido por los miembros de la OSHA a
efectos de verificar el cumplimiento de tal obligación. La excepción la constituyen
aquellos centros de trabajo en el que operen menos de 10 empleados, puesto que
en estos casos no se exige el documento por escrito, debiendo eso sí, informar a los
trabajadores verbalmente sobre la actuación en casos de emergencia.
A Trabajos en espacios confinados (Estándar 29-CFR 1910.146): Estos estándares
regulan la obligación del empresario de emitir permisos de trabajo, por los cuales
se autoriza a determinados trabajadores a operar en este tipo de lugares de
trabajo. Deberá mantenerse el registro documental de cada uno de los permisos
de trabajo emitidos (uno por cada espacio confinado y trabajador). Estos permisos
deberán ser conservados durante 1 año, posteriormente a la terminación de los
trabajos en espacios confinados. Deberán también registrarse los certificados de
formación específica para este tipo de trabajos.
Por último, existen algunos documentos que no son legalmente exigidos por la
normativa estadounidense relativa a la seguridad y salud ocupacional, como pueden
ser las investigaciones de accidentes, informes de consultas formuladas
por la plantilla o documentos en los que se contemple la información de los trabajadores.
4.4. Información y formación en PRL
El ordenamiento jurídico de Estados Unidos carece de disposiciones que regulen de
forma general el deber de formar e informar a los trabajadores en materia de seguridad
y salud en el trabajo. Ahora bien, la jurisprudencia estadounidense ha acabado
considerando la formación e información de los trabajadores como uno de los
elementos necesarios para el cumplimiento del «deber general de protección»
(duty of care), por lo se considera ésta una de las principales responsabilidades del
empresario en materia de SST.
El deber de formación en PRL viene determinado en diversos estándares 29-CFR,
aplicando cada uno de ellos en función de la actividad económica de la empresa.
Centrándonos en el Estándar 29-CFR 1910, el cual aplica al sector de la industria
en general y aplica a la mayoría de centros de trabajo del país, los requisitos en
cuanto a la formación de los trabajadores los encontramos en diversos apartados
a lo largo de la norma y aplicables a diferentes riesgos profesionales. A modo de
ejemplo, el Estándar 29-CFR 1910.332 regula la formación que deberán recibir
aquellos trabajadores expuestos al riesgo de contacto eléctrico.
Por otra parte, y si bien los requisitos de formación pueden diferir en algunos
aspectos, en función de la tipología de riesgo profesional, existen algunos aspectos
comunes aplicables a las sesiones formativas en materia preventiva. En primer
lugar, las sesiones deberán disponer por lo general de un contenido teórico-práctico.
Además, todos los trabajadores que sean instruidos sobre los
riesgos de su trabajo y las medidas preventivas a adoptar, deberán pasar al final
de la sesión una prueba que acredite que efectivamente han adquirido los conocimientos
esperados. Esta prueba deberá contener cuestiones relativas a los
riesgos a los que está expuesto el trabajador, las medidas preventivas aplicables
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