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RESTAURAR LA PALABRA DE LOPE 67<br />
conocimiento de los procesos de copia y error, escoge como correctas en los<br />
versos comentados se encuentran, efectivamente, en un mismo folio o pliego<br />
corregido, el que llevan los ejemplares A 1 A 4 A 6 A 8 A 9 . ¿Y cómo sabemos que el<br />
pliego corregido es ése, y no el que llevan A 2 A 3 A 5 A 7 ? Porque es precisamente en<br />
ese pliego o folio donde encontramos también la corrección de una errata que<br />
ya hemos mencionado: el folio que se incluye en los ejemplares A 2 A 3 A 5 A 7 leía<br />
«brazateles», errata que fue corregida en el pliego de los ejemplares A 1 A 4 A 6 A 8 A 9 ,<br />
que leen en el v. 472 «brazaletes». Esto nos ayuda a identificarlo como el<br />
pliego corregido, y el método de estudio propuesto por Jaime Moll sanciona<br />
las lecciones que Alberto Blecua seleccionó como mejores y auténticas. Hay<br />
que considerar que, en principio, sería incongruente escoger como lecciones<br />
mejores para unos versos las que lleva un pliego corregido y las que lleva un<br />
pliego sin corregir para otros versos. 16 En esto se advierte el acierto de Alberto<br />
Blecua al realizar su selección (selectio) de las variantes, pues ha escogido<br />
congruentemente siempre las que aparecen en el folio corregido. Incluso en<br />
el v. 542, donde la lectura «trae los sus pendones» de B con A 2 A 3 A 5 A 7 podría<br />
parecer más arcaica, y más acorde con el tono de la canción donde se inserta.<br />
Además, la métrica parecería requerirla (el romancillo impone seis sílabas). Sin<br />
embargo, como anota Blecua, la variante debe ser considerada equipolente, y<br />
además, la métrica se salva si contamos «tra|e» como bisílabo, sin sinéresis. De<br />
hecho, apunta Blecua muy oportunamente, Lope escribe en sus manuscritos<br />
autógrafos muchas veces este verbo con h, «trahe», justo para señalar que<br />
debían contarse las sílabas separadamente. 17<br />
Así es como el filólogo restaura los textos.<br />
16 Véase lo que dice Moll, 1982, p. 165: «No es posible preferir la lectura de una columna<br />
[los ejemplares corregidos] en un caso, y de otra [otros ejemplares] en otro, según criterios<br />
subjetivos». M. G. Profeti, 2002, p. 53, argumenta, en cambio, muy sólidamente contra<br />
Moll defendiendo lo que, más que «criterios subjetivos» sería el juicio del editor, que no debe<br />
someterse a aplicaciones mecánicas del método de Moll.<br />
17 Así lo confirma el estudio de Poesse, 1949, sobre la recta pronunciación de las palabras.<br />
Profeti, 2002, p. 53, frente a Blecua, y consecuentemente con su defensa del juicio del editor<br />
frente a una aplicación mecánica del método propuesto por Moll, se siente legitimada para<br />
optar por la lectura «los sus» en el v. 542, que considera difficilior.