14.04.2017 Views

Delirium

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

sensación de náusea. No quiero siquiera pensar en lo que le pasará, lo que les pasará a todos ellos si los<br />

pillan.<br />

Todo lo que puedo hacer es esperar que no haya llegado aún a la fiesta. Tal vez le haya llevado<br />

mucho tiempo prepararse (podría ser, ella siempre llega tarde), y quizá estuviera todavía en casa cuando<br />

han empezado las redadas. Ni siquiera ella se aventuraría a salir en una noche así. Es un suicidio.<br />

Pero Angélica Marston y todos los demás… Cada uno de ellos. Cualquiera de los que solo querían<br />

oír un poco de música…<br />

Pienso en lo que Álex comentó la noche en que me lo encontré en la granja Roaring Brook: «He<br />

venido a oír la música, como todo el mundo».<br />

Hago un esfuerzo por quitarme esa imagen de la cabeza y me digo que no es problema mío. Debería<br />

alegrarme si hay una redada en la fiesta y trincan a todo el mundo. Lo que están haciendo es peligroso, y<br />

no solo para ellos, sino para todos nosotros. Así es como se propaga la enfermedad.<br />

Pero mi yo más profundo, la parte testaruda que dijo «gris» en mi primera evaluación, sigue haciendo<br />

presión y dándome la lata. «¿Y qué?», pregunta. «Así que querían oír un poco de música. Música de<br />

verdad, no esas cancioncitas tontorronas que tocan en la temporada de conciertos de Portland, con ritmos<br />

aburridos y notas brillantes y alegres. No están haciendo nada malo».<br />

Y entonces me acuerdo de lo que dijo Álex: «Nadie le hace daño a nadie».<br />

Además, siempre existe la posibilidad de que Hana no fuera con retraso esta noche, y de que ya esté<br />

allí, sin enterarse, mientras los de las redadas dan vueltas acercándose cada vez más. Tengo que apretar<br />

los ojos para alejar esa imagen, y también la de docenas de agujas relucientes clavándose en su cuerpo.<br />

Si no la llevan a la cárcel, la transportarán directamente a los laboratorios y será intervenida antes del<br />

amanecer, al margen de los riesgos o los peligros.<br />

De alguna manera, a pesar de mis pensamientos acelerados y a pesar de que el cuarto sigue dando<br />

vueltas frenéticamente, he conseguido lavar todos los platos. También he tomado una decisión.<br />

Tengo que ir. Tengo que avisarla.<br />

Tengo que avisarlos a todos.<br />

Para cuando Rachel y David se van y todo el mundo se acuesta, ya es medianoche. Cada segundo que<br />

pasa es como una agonía. Solo puedo esperar que el recorrido puerta por puerta en la península dure más<br />

de lo habitual y que los grupos tarden en llegar a Deering Highlands. Quizá hayan decidido pasar de esa<br />

zona por completo. Dado que la mayoría de las casas están deshabitadas, cabe esa posibilidad. Aun así,<br />

como ese barrio fue el semillero de la resistencia en la ciudad, me extrañaría.<br />

Salgo de la cama sin plantearme que voy en pijama. Tanto los pantalones como la camiseta son<br />

negros. Luego me pongo las zapatillas negras y, aunque hace un calor tremendo, saco un gorro negro del<br />

armario. Esta noche, toda precaución es poca.<br />

Justo cuando estoy a punto de abrir la puerta del cuarto, oigo un leve ruido a mi espalda, como el<br />

maullido de un gato. Me vuelvo. Gracie está sentada en la cama, observándome.<br />

Durante un segundo nos miramos. Si baja de la cama o hace un ruido o cualquier movimiento, seguro<br />

que despierta a Jenny, y en ese caso, se acabó, nada que hacer, a la mierda. Intento pensar qué puedo<br />

decir para tranquilizarla, trato de pensar una mentira, pero entonces, oh milagro de milagros, se vuelve a<br />

tumbar y cierra los ojos. Y aunque está muy oscuro, juraría que sonríe levemente.<br />

Siento una rápida oleada de alivio. ¿Algo bueno en el hecho de que Gracie se niegue a hablar? Sé que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!