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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA

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Introducción<br />

ligandos están particularmente implicados en los comportamientos asociados a la recompensa<br />

(Kelley et al., 2002, Bodnar and Klein, 2005, Gosnell and Levine, 2009, Le Merrer et al., 2009).<br />

Por ejemplo, se ha encontrado que los agonistas de opioides, como DAMGO, y los antagonistas,<br />

como la naloxona y naltrexona, son más efectivos en el aumento y la disminución de la ingesta<br />

de alimentos apetecibles, respectivamente (Will et al., 2003, Woolley et al., 2006, Baldo et al.,<br />

2010, Mena et al., 2011, Stice et al., 2013). En modelos animales el agonista MOR, DAMGO,<br />

estimula la ingesta de alimentos cuando es administrado directamente en diversas áreas<br />

cerebrales, incluyendo el NTS, el núcleo parabraquial, varios núcleos hipotalámicos, la ACe, el<br />

NAc y el AVT (Bodnar and Klein, 2005, Gosnell and Levine, 2009, Le Merrer et al., 2009) . Por<br />

otro lado, se ha asociado a los opioides no sólo a inducir la ingesta de alimento en sí, sino a la<br />

adjudicación del valor hedónico de los alimentos (Bodnar, 2015). Por la tanto, el sistema de<br />

opioides endógenos regulan principalmente la ingesta de alimentos apetecibles actuando tanto<br />

sobre procesos de liking y wanting, activando respuestas comportamentales asociadas a la<br />

búsqueda y obtención de éstos<br />

El sistema CRF está formado por el péptido CRF (factor liberador de corticotropina) y las<br />

urocortinas I, II y III (UcnI, UcnII y UcnIII, respectivamente) (Bale and Vale, 2004), los cuales se<br />

unen a dos receptores, CRF‐R1 y CRF‐R2, también pertenecientes a los receptores acoplados a<br />

proteína G y que activan adenilato ciclasa (Perrin and Vale, 1999). El CRF‐R1 se expresa con gran<br />

densidad en el cerebro anterior, estructuras límbicas subcorticales como la región septal de la<br />

amígdala y el AVT mientras que en el hipotálamo la expresión de CRF‐R1 es baja en condiciones<br />

basales pero aumenta en situaciones de estrés. La distribución de CRF‐R2 en el cerebro anterior<br />

se limita a estructuras subfornicales, como el septum lateral, amígdala e hipotálamo (Perrin and<br />

Vale, 1999). En el rombencéfalo, el CRF‐R2 se expresa en el núcleo dorsal del Raphe, el AP, el<br />

NTS y el plexo coroideo (Stengel and Tache, 2010). El CRF se expresa mayormente en el NPV,<br />

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