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Guía para la implementación de Buenas Prácticas Agrícolas en el cultivo de maní
d. Qué cultivos anteriores hubo, y qué tipo de rotación de cultivos se practicó.
Cada una de estas condiciones representa un peligro potencial. Cada peligro deberá señalarse e
indicar su gravedad, la probabilidad de que ocurra (si no ha ocurrido aún), y las medidas de
control o prevención que se pueden aplicar; por ejemplo:
i. Excluir o mantener alejados a los animales domésticos de las áreas de cultivos o
encerrar el ganado en corrales.
ii. Construir barreras vivas y físicas como zanjas, drenajes, terraplenes, acequias revestidas,
cercas eléctricas y franjas de vegetación o cercas vivas.
iii. Hacer análisis microbiológicos y químicos del suelo, cuando exista sospecha de
contaminación.
(MAG, 2010).
A partir de la implementación de las BPA, cada finca debe mantener un registro adecuado
sobre el uso, análisis y manejo de los suelos, en este sentido un historial debe documentar en
tipo de manejo químico practicado para el control de patógenos o plagas, enmiendas,
problemas ambientales enfrentados, análisis realizados en relación al suelo y agua, tipos de
rotaciones y frecuencia de las mismas, estrategias de manejo de suelo implementadas, mapas de
la finca indicando los lotes de siembra y áreas circundantes.
6.1.3. Ubicación de la finca
Esta información se debe registrar en el formato: Registro de ubicación de fincas conforme
anexo 3. Resolución COMIECO Nº 117 – 2004 (Unión Aduanera Centroamericana),
tomando en cuenta la información expresada en el numeral 3.1 del presente Manual BPA (Ver
Anexo 1. Formato para el registro de ubicación de fincas conforme anexo 3: Resolución Nº
117 – 2004, COMIECO).
6.1.4. Descripción sobre la incorporación de estiércol y fertilizantes al terreno
En la producción de maní la fertilización es esencialmente inorgánica, realizando desde 2 a 3
aplicaciones durante el ciclo productivo del rubro. Muy pocas fincas incorporan dentro de sus
prácticas de cultivo la adición de abonos o enmiendas orgánicas. Sin embargo, se conoce que
existen pequeños sistemas de producción que incursionan en la agricultura agroecológica y
orgánica en este rubro, en cuyo caso realizan incorporaciones al suelo de manera orgánica
(residuos de cosecha y estiércoles) al preparar compostas o Bocashi. Las aplicaciones de este
tipo de abono son entre 5 a 7 aplicaciones.
Es importante tener en cuenta que en caso que se quiera utilizar cualquier tipo de abonos
orgánicos (estiércol, gallinaza, etc.) se debe conocer la procedencia a fin de evitar materiales
contaminados con productos prohibidos o portadores de enfermedades. El estiércol debe
recibir tratamiento antes de ser aplicado (proceso de descomposición en compost, bocashi o
estiercoleras) y debe utilizarse 120 días antes de la cosecha. El uso de biofertilizantes a base de
estiércol solamente pueda utilizarse 120 días antes de la cosecha.
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