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Guía para la implementación de Buenas Prácticas Agrícolas en el cultivo de maní
Las enfermedades del suelo pueden producir severos ataques que se traducen en pérdidas de
rendimiento y en calidad del grano.
Si bien se cuenta con algunos controles que pueden disminuir los efectos de estas
enfermedades, la mejor opción es implementar un buen programa de rotaciones de cultivos,
incluyendo el cultivo de maní cada 3 o más años y buenas prácticas de manejo del cultivo.
Los patógenos comúnmente encontrados causando muerte de plantas y/o podredumbre de
vainas en un cultivo de maní son: Moho blanco (Sclerotium rolfsii), Esclerotinia (Sclerotinia minor y
Sclerotinia sclerotiorum) y Fusarium (Fusarium spp.)
Como consecuencia de la acción de estos organismos a nivel de raíz y cuello donde se inicia la
infección, se observa en la parte aérea un marchitamiento total o parcial de las ramas, las que
van adquiriendo una coloración castaña hasta que se produce la muerte de las plantas.
Los daños causados por esta enfermedad acrecientan a medida que se establece el invierno y
más cuando se encuentran en el período de llenado de vainas.
La podredumbre 32 de cajas y granos que produce la destrucción total o parcial de los mismos,
debe ser evaluada de manera constante en la producción de maní. Cuando las condiciones
climáticas impiden la cosecha oportuna, las pérdidas pueden ser cuantiosas. Los hongos
asociados a esta enfermedad son comunes a los causales de podredumbre de raíz y tallo.
7.6.- Control de enfermedades 33 que afectan las hojas, raíz, tallos y frutos
El control de los causales de estas enfermedades resulta difícil ya que se trata de parásitos
facultativos, que permanecen en el terreno a través de sus formas de resistencias, o viven
saprofíticamente sobre restos vegetales. A fin de disminuir la acción y difusión de los mismos
es necesario llevar a cabo una serie de labores culturales, que funcionan como medidas
preventivas:
a. Preparar la tierra en forma adecuada, evitando sembrar en terrenos donde la materia
orgánica no está bien descompuesta. Para esto realizar la primera labor (con arado de rejas),
bien temprano (julio-agosto) y profunda con el objetivo de garantizar una cama libre de
rastrojos que genere competencia de crecimiento con el cultivo.
b. Evitar el llamado "fondo o piso de arado" que al impedir el normal drenaje del agua y la
circulación del aire, favorece la podredumbre de los tejidos vegetales enterrados, con la
finalidad de evitar las condiciones ambientales para el surgimiento de plagas o enfermedades
del suelo de manera temprana.
c. Rotar cultivos, constituye una medida para evitar permanencia de enfermedades específicas
de cultivos anteriores.
32 Pedelini, Ricardo. Fundación Maní Argentino. (Maní Guía Práctica para su Cultivo). Boletín de Divulgación Técnica N° 2,
Publicaciones Regionales INTA. Febrero 2008. p.14 – 15
33 Guía del Emprendedor (Cultivo del Maní). 2004. http://www.guiadelemprendedor.com.ar/Mani.htm
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