10.05.2013 Views

el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...

el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...

el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

muy gran<strong>de</strong>, pues no podían darse dos r<strong>el</strong>igiones más diferentes. El protestantismo, a<br />

sabiendas o no, había vaciado al <strong>cristianismo</strong>, d<strong>el</strong> núcleo místico que todavía estaba<br />

vivo en la misa católica, y <strong>el</strong> tipo <strong>de</strong> <strong>cristianismo</strong> que hizo su impacto en la India d<strong>el</strong><br />

siglo XIX era <strong>de</strong>cididamente un <strong>cristianismo</strong> <strong>de</strong> este mundo, que ponía todo su énfasis<br />

en <strong>las</strong> buenas obras y en la organización social para mejorar los necesitados y la<br />

educación <strong>de</strong> los ignorantes.<br />

No es exagerado afirmar que <strong>el</strong> protestantismo dio a la India una conciencia<br />

social que nunca había poseído. Esta conciencia, sin embargo, no dio como resultado<br />

ninguna conversión en masa; simplemente estimuló una reforma d<strong>el</strong> hinduismo <strong>de</strong><br />

acuerdo con la ética cristiana. Los misioneros cometieron <strong>el</strong> grave error <strong>de</strong><br />

presuponer que en todos los aspectos eran superiores a los hindúes, por lo que, con<br />

escasas excepciones, no estaban preparados para consi<strong>de</strong>rar seriamente a esos<br />

«idólatras». Los hindúes por su parte, que siempre habían tendido a i<strong>de</strong>ntificar la<br />

verda<strong>de</strong>ra r<strong>el</strong>igión con <strong>el</strong> misticismo, encontraron al protestantismo pomposo y estéril:<br />

no pudieron ver que sus mentores estuvieran <strong>de</strong> alguna manera en contacto con <strong>el</strong><br />

Eterno (y ese contacto, ciertamente, es <strong>el</strong> punto capital <strong>de</strong> la r<strong>el</strong>igión). Parecían<br />

<strong>de</strong>masiado arraigados en <strong>el</strong> tiempo y a la vez <strong>de</strong>masiado ocupados con sus buenas<br />

obras y carida<strong>de</strong>s en un mundo inf<strong>el</strong>iz y transitorio, d<strong>el</strong> que la r<strong>el</strong>igión hindú sólo<br />

aspiraba a escapar.<br />

Al Jesús <strong>de</strong> los evang<strong>el</strong>ios sinópticos estaban dispuestos a aceptarlo, pero tal<br />

como estuvieron dispuestos a aceptar a Buda, o sea, entendiéndolo a su manera.<br />

Podía ser muy bien un hijo <strong>de</strong>: Dios o una encarnación <strong>de</strong> Dios, pero no podían<br />

aceptarlo como encarnación única. Después <strong>de</strong> todo, esa encarnación no tenía nada<br />

<strong>de</strong> extraordinario, y había muy poca diferencia entre Jesús y Krishna. A<strong>de</strong>más, la<br />

mentalidad hindú, aunque muy bien dispuesta a <strong>las</strong> nuevas i<strong>de</strong>as, tenía muy poca<br />

simpatía por los dogmas, d<strong>el</strong> tipo que fueran. Después <strong>de</strong> todo, también los<br />

musulmanes habían invadido su tierra; importando una r<strong>el</strong>igión que proclamaban<br />

única verda<strong>de</strong>ra, y ahora venían esos cristianos, a los que los musulmanes<br />

<strong>de</strong>spreciaban, con la misma exigencia en favor <strong>de</strong> fe. Por su parte no podían<br />

compren<strong>de</strong>r en qué consistía la dificultad y, siguiendo la tradición d<strong>el</strong> Vedanta,<br />

estaban plenamente dispuestos a respetar esas r<strong>el</strong>igiones como caminos diferentes<br />

que conducían al mismo fin, pero se negaban a creer que cualquiera <strong>de</strong> <strong>el</strong><strong>las</strong> fuera <strong>el</strong><br />

único camino.<br />

Los misioneros, por su parte, no tardaron en recalcar los enormes abusos que<br />

se habían introducido en <strong>el</strong> hinduismo, la muerte en la hoguera <strong>de</strong> <strong>las</strong> viudas, <strong>el</strong><br />

matrimonio <strong>de</strong> los niños, la prostitución en los templos, y <strong>el</strong> escándalo <strong>de</strong> la intocabilidad.<br />

La opinión ilustrada <strong>de</strong> la India fue estimulada por la propaganda misionera a<br />

actuar y a interesarse por la abolición legal <strong>de</strong> esos abusos. Gradualmente - excepto<br />

en <strong>el</strong> asunto <strong>de</strong> la intocabilidad -, <strong>el</strong> gobierno accedió a sus <strong>de</strong>mandas, pero para<br />

hacer ilegal la intocabilidad hubo que aguardar a que la India consiguiera su<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

No tenemos espacio para enumerar los diferentes movimientos <strong>de</strong> reforma que<br />

surgieron <strong>de</strong>ntro d<strong>el</strong> hinduismo durante <strong>el</strong> siglo XIX. Observaremos sólo que los cultos<br />

d<strong>el</strong> bhakti que, en su época <strong>de</strong> esplendor, estaban tan próximos al <strong>cristianismo</strong><br />

católico en su aspecto místico, <strong>de</strong>generaron en una r<strong>el</strong>igión puramente emocional,<br />

con la que <strong>de</strong>sapareció <strong>el</strong> puente que hubiese podido enlazar <strong>el</strong> alma india y la Iglesia<br />

catódica. A<strong>de</strong>más, la actitud frecuentemente arrogante <strong>de</strong> los misioneros <strong>de</strong>cimonó-<br />

25

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!