el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...
el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...
el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Valentía; Dios es la fuente <strong>de</strong> la Luz y <strong>de</strong> la Vida, y está fuera y más allá <strong>de</strong> todas<br />
estas cosas. Dios es conciencia.»<br />
Esta visión <strong>de</strong> Dios la había aprendido <strong>de</strong> los misioneros, <strong>de</strong> la lectura d<strong>el</strong><br />
sermón <strong>de</strong> la Montaña y <strong>de</strong> Tolstoi. Dios como ética y moralidad, hasta ahora, no<br />
había sido una i<strong>de</strong>a hindú. Pero Gandhi, aunque siempre se consi<strong>de</strong>ró un hindú<br />
ortodoxo, no se consi<strong>de</strong>raba a sí mismo atado a la letra <strong>de</strong> la ley. Si Dios era<br />
conciencia, la conciencia <strong>de</strong> un hombre <strong>de</strong> verdad tenía que tener prece<strong>de</strong>ncia sobre<br />
lo que pudieran <strong>de</strong>cir <strong>las</strong> escrituras hindúes:<br />
Mi fe en <strong>las</strong> escrituras hindúes - escribió - no me exige que acepte cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
palabras y cada uno <strong>de</strong> los versos como divinamente inspirados. No puedo<br />
enorgullecerme <strong>de</strong> tener un conocimiento <strong>de</strong> primera mano <strong>de</strong> esos libros admirables.<br />
Pero puedo enorgullecerme <strong>de</strong> conocer y sentir la verdad <strong>de</strong> <strong>las</strong> enseñanzas esenciales<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> escrituras. Me niego a sentirme atado por cualquier interpretación, por más erudita<br />
que sea, si esa interpretación repugna a la razón y al sentido moral.<br />
Gandhi, ciertamente, nunca sintió la tentación <strong>de</strong> hacerse cristiano. Se contentó<br />
con seguir la ética <strong>de</strong> altruismo y no-violencia que encontró en <strong>el</strong> sermón <strong>de</strong> la<br />
Montaña, porque ya estaba familiarizado con la ética similar <strong>de</strong> los budistas y los<br />
jainos, asimilada ya en su mayor parte por <strong>el</strong> hinduismo, pero se sintió rep<strong>el</strong>ido por la<br />
pretensión <strong>de</strong> exclusividad d<strong>el</strong> <strong>cristianismo</strong>, por su insistencia en que Cristo era la<br />
única encarnación <strong>de</strong> Dios, y por toda la trama teológica sobre la que esa r<strong>el</strong>igión<br />
estaba edificada.<br />
Es una lástima que sus primeros contactos cristianos los tuviera con unas<br />
sectas protestantes <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncia extremista y a veces aberrante; porque sus servicios<br />
no solamente le cansaban, sino que ni siquiera podía encontrar en <strong>el</strong>los una<br />
atmósfera que pudiera él sentir como r<strong>el</strong>igiosa. Eran servicios llenos <strong>de</strong> sermones y<br />
<strong>de</strong> exhortaciones morales, pero carecían <strong>de</strong> toda comunión interior con lo divino. La<br />
única, vez, que yo sepa, que sintió realmente esa específica atmósfera luminosa y<br />
ese sentido <strong>de</strong> lo sagrado en una iglesia cristiana fue en Notre Dame <strong>de</strong> París al visitarla<br />
en 1890, cuando todavía era un estudiante <strong>de</strong> leyes en Londres.<br />
Los católicos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo, eran tan «idólatras» como los hindúes, pero, como<br />
observaba Gandhi, <strong>las</strong> almas <strong>de</strong>votas, arrodillándose ante la Virgen, no pue<strong>de</strong>n adorar al<br />
mero mármol. Están encendidos <strong>de</strong> una verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>voción y no adoran la ma<strong>de</strong>ra, sino<br />
la divinidad <strong>de</strong> la que es símbolo. Tuve entonces la impresión realmente sentida <strong>de</strong> que<br />
por medio <strong>de</strong> esa adoración no le estaban restando nada a la gloria <strong>de</strong> Dios, antes la<br />
aumentaban.<br />
Es una lástima que Gandhi tuviera tan poco contacto con los misioneros<br />
católicos, porque seguramente hubiera podido ver que <strong>el</strong> misterio central d<strong>el</strong><br />
catolicismo no es distinto d<strong>el</strong> misterio central d<strong>el</strong> hinduismo: <strong>el</strong> misterio <strong>de</strong> la unidad<br />
<strong>de</strong> todas <strong>las</strong> cosas en su Creador. De hecho, sus contactos principales fueron con los<br />
protestantes, y su crítica tanto <strong>de</strong> sus personas como <strong>de</strong> sus rudos métodos da pena<br />
leerla. Dirigiéndose a <strong>el</strong>los en Calcuta, les dijo: «Echo <strong>de</strong> menos en vosotros la<br />
receptividad, la humildad y la bondad necesarias para po<strong>de</strong>ros i<strong>de</strong>ntificar con <strong>las</strong><br />
masas <strong>de</strong> la India»; y esto tenía que ser una píldora muy amarga para unos hombres<br />
que proclamaban seguir los pasos <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong> que se humillo a sí mismo hasta la muerte<br />
ignominiosa en la cruz.<br />
29