el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...
el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...
el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Había comenzado la edad d<strong>el</strong> «progreso» y d<strong>el</strong> humanismo, y la Iglesia, que por<br />
fin llegó a una especie <strong>de</strong> modus vivendi con <strong>las</strong> protestantes, fue consi<strong>de</strong>rada<br />
meramente como un antiguo aunque todavía po<strong>de</strong>roso sobreviviente <strong>de</strong> un pasado<br />
supersticioso. Comenzó <strong>el</strong> conflicto entre la ciencia y la r<strong>el</strong>igión, y la reacción cristiana<br />
frente a los avances <strong>de</strong> la ciencia fue con <strong>de</strong>masiada frecuencia tímida y confusa. Esta<br />
reacción nunca <strong>de</strong>biera haber sido así, porque la Iglesia, como todas <strong>las</strong> r<strong>el</strong>igiones, tiene<br />
que aten<strong>de</strong>r primariamente a los valores eternos y, en la esfera <strong>de</strong> nuestra vida temporal<br />
sobre la tierra a los valores morales sobre los cuales la ciencia, ocupada <strong>de</strong> la materia y<br />
<strong>las</strong> leyes que la rigen, nada en absoluto tiene que <strong>de</strong>cirnos.<br />
Sin embargo, durante <strong>el</strong> siglo XIX, la ciencia y <strong>el</strong> racionalismo caminaron mano a<br />
mano, y ambos a dos se enemistaron y <strong>de</strong>spreciaron a <strong>las</strong> iglesias cristianas y en<br />
especial a la Iglesia católica. Esta i<strong>de</strong>ología humanista a su <strong>de</strong>bido tiempo penetró en<br />
Asia, y este fue <strong>el</strong> aspecto <strong>de</strong> la cultura europea que más sedujo a la juventud <strong>de</strong> Asia,<br />
que <strong>de</strong>spertaba <strong>de</strong> una somnolencia <strong>de</strong> siglos. Europa, aparentemente, no daba ya<br />
importancia al <strong>cristianismo</strong>: ¿por qué había Asia <strong>de</strong> <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> sus propias<br />
«supersticiones», solamente para aceptar <strong>las</strong> supersticiones europeas que los mismos<br />
europeos habían comenzado a ridiculizar? ¿Cabía situación más absurda?<br />
Los misioneros cristianos - y los protestantes <strong>de</strong>stacaron mucho más que los<br />
católicos en este aspecto - fueron quizá excesivamente c<strong>el</strong>osos en con<strong>de</strong>nar y ridiculizar<br />
<strong>las</strong> r<strong>el</strong>igiones entre <strong>las</strong> que trabajaban, <strong>de</strong>masiado fáciles en <strong>de</strong>spreciar como meras<br />
prácticas idolátricas» todo su significado interior que ni siquiera habían tratado <strong>de</strong><br />
compren<strong>de</strong>r; y actuando <strong>de</strong> ese modo iniciaron un proceso que iba a conducir no a una<br />
conversión en masa sino más bien a minar lentamente los fundamentos sobre los que<br />
durante siglos se habían edificado <strong>las</strong> culturas asiáticas.. La segunda ola - secular - <strong>de</strong> la<br />
invasión europea no hizo sino ac<strong>el</strong>erar <strong>el</strong> proceso que los misioneros ya habían iniciado.<br />
El <strong>cristianismo</strong> necesitó, dos siglos para adaptarse al nuevo mundo creado por la<br />
ciencia y <strong>las</strong> correspondientes i<strong>de</strong>ologías no cristianas que la acompañaban; pero<br />
necesitábamos un papa Juan que nos enseñara que haríamos bien en buscar la verdad<br />
y <strong>el</strong> i<strong>de</strong>alismo que se podían encontrar en <strong>las</strong> más remotas i<strong>de</strong>ologías, antes que<br />
con<strong>de</strong>nar simplemente lo que ni siquiera habíamos intentado compren<strong>de</strong>r. Es una gran<br />
pena que la Iglesia católica siga siendo, una organización prepon<strong>de</strong>rantemente europea<br />
y con una visión <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas eminentemente europea; pero ha sido al mismo tiempo<br />
una suerte que, estando en Europa al pie d<strong>el</strong> cañón, haya podido hacer frente al ataque<br />
racionalista en su mismo lugar <strong>de</strong> origen.<br />
Las r<strong>el</strong>igiones orientales no han tenido esa ventaja, y <strong>el</strong> ataque a sus valores<br />
tradicionales ha sido mucho más violento. China es un caso extremo, pero es un ejemplo<br />
<strong>de</strong> lo que le pue<strong>de</strong> ocurrir a toda Asia; porque <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> civilizaciones asiáticas la<br />
china era la más antigua y la más estable, poseedora <strong>de</strong> una larga historia que se<br />
remontaba hasta los tiempos legendarios. De todos los imperios d<strong>el</strong> mundo <strong>el</strong> imperio<br />
chino era <strong>el</strong> más antiguo y los había superado a todos, pero llegada la hora fue <strong>el</strong> que<br />
sucumbió más fácilmente ante <strong>las</strong> nuevas i<strong>de</strong>as occi<strong>de</strong>ntales, primero ante la<br />
<strong>de</strong>mocracia republicana y <strong>de</strong>spués ante <strong>el</strong> comunismo. Unos cuatro mil años <strong>de</strong> historia<br />
inquebrantable se borraron en menos <strong>de</strong> medio siglo. Lo que durante siglos había sido la<br />
«r<strong>el</strong>igión» oficial <strong>de</strong> China - <strong>el</strong> confucianismo - se <strong>de</strong>smoronó totalmente; y <strong>las</strong> otras dos<br />
«r<strong>el</strong>igiones» <strong>de</strong> China - <strong>el</strong> taoísmo y <strong>el</strong> budismo - quizá no estén en mejor situación.<br />
¿Qué les pasará a <strong>las</strong> r<strong>el</strong>igiones restantes?<br />
Antes <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r contestar a esta pregunta tenemos que estudiar <strong>el</strong> mapa r<strong>el</strong>igioso<br />
d<strong>el</strong> mundo y consi<strong>de</strong>rar la naturaleza <strong>de</strong> <strong>las</strong> r<strong>el</strong>igiones que todavía intentan conseguir la<br />
adhesión <strong>de</strong> los hombres. El primer hecho que nos impresiona es que todas <strong>las</strong><br />
r<strong>el</strong>igiones que sobreviven actualmente tuvieron su origen en Asia, <strong>el</strong> judaísmo y <strong>el</strong><br />
<strong>cristianismo</strong> en Palestina, <strong>el</strong> Islam en Arabia, <strong>el</strong> hinduismo y <strong>el</strong> budismo en India, <strong>el</strong><br />
confucianismo y <strong>el</strong> taoísmo en China. De todas estas r<strong>el</strong>igiones, cuatro se pue<strong>de</strong>n<br />
consi<strong>de</strong>rar como r<strong>el</strong>igiones nacionales: <strong>el</strong> judaísmo, r<strong>el</strong>igión d<strong>el</strong> pueblo judío; <strong>el</strong><br />
hinduismo, r<strong>el</strong>igión d<strong>el</strong> pueblo indio, mientras que <strong>el</strong> confucianismo y <strong>el</strong> taoísmo son tan<br />
5