el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...
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durante <strong>el</strong> siglo XII, se olvidó completamente <strong>el</strong> nirvana, <strong>de</strong> la misma manera que<br />
Gautama, <strong>el</strong> Buda histórico. Y así <strong>de</strong> una r<strong>el</strong>igión que en un principio, no reconocía a ningún<br />
Dios y, por lo menos explícitamente, no tenía ningún Absoluto, se fue <strong>de</strong>sarrollando,<br />
al correr d<strong>el</strong> tiempo y en regiones, alejadas <strong>de</strong> su primer origen, como una r<strong>el</strong>igión <strong>de</strong> la<br />
fe que se abandonaba a la gracia <strong>de</strong> un Dios todo misericordioso, a quien ni siquiera<br />
había conocido <strong>el</strong> Buda terreno. Quizá sea éste <strong>el</strong> más extraño giro en toda la historia <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> r<strong>el</strong>igiones.<br />
Esta es, sin embargo, la diferencia entre <strong>el</strong> amidismo y <strong>el</strong> Loto <strong>de</strong> la Verda<strong>de</strong>ra Ley. El<br />
amidismo se consi<strong>de</strong>ra a sí mismo como un camino fácil para los hombres pecadores<br />
que no pue<strong>de</strong>n seguir los caminos más rigurosos <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras sectas. El Sutra d<strong>el</strong> Loto,<br />
por otra parte, se consi<strong>de</strong>ra como <strong>el</strong> cumplimiento y perfección <strong>de</strong> la ley antigua y<br />
«<strong>de</strong>fectuosa», y como la corona, la gloria y la cumbre <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong> Buda, y millones<br />
<strong>de</strong> personas en la China y en <strong>el</strong> Japón asintieron reverentes y agra<strong>de</strong>cidas a esta<br />
pretensión.<br />
EL ISLAM<br />
Hasta ahora hemos estudiado <strong>las</strong> <strong>gran<strong>de</strong>s</strong> r<strong>el</strong>igiones d<strong>el</strong> Asia oriental, todas <strong>las</strong><br />
cuales son anteriores a la era cristiana. Probablemente ya habremos caído en la cuenta<br />
<strong>de</strong> que todas estas r<strong>el</strong>igiones asiáticas, a medida que se van <strong>de</strong>sarrollando, parecen<br />
acercarse más al <strong>cristianismo</strong>. Esto no nos <strong>de</strong>be sorpren<strong>de</strong>r, porque ciertamente sería<br />
extraño que Dios limitase su guía a su pueblo <strong>el</strong>egido, los judíos, y <strong>de</strong>jase al resto d<strong>el</strong><br />
mundo en una completa oscuridad. El car<strong>de</strong>nal Newman, aun siendo muy escasos sus<br />
conocimientos sobre <strong>las</strong> r<strong>el</strong>igiones orientales, encontraba increíble que existiese alguna<br />
parte d<strong>el</strong> mundo en la que Dios no hubiese <strong>de</strong>jado su hu<strong>el</strong>la.<br />
Ahora bien, <strong>el</strong> fenómeno, admitido por todos -escribía Newman - es éste: que una<br />
gran parte <strong>de</strong> lo que ordinariamente se consi<strong>de</strong>ra como verdad cristiana, se pue<strong>de</strong><br />
encontrar en sus rudimentos o en sus partes separadas en <strong>las</strong> filosofías y en <strong>las</strong><br />
r<strong>el</strong>igiones paganas... Mr. Milman saca <strong>de</strong> ahí esta conclusión: «Todo esto se encuentra<br />
en <strong>el</strong> paganismo; por lo tanto, no es cristiano»: nosotros, por <strong>el</strong> contrario, preferimos<br />
<strong>de</strong>cir: «Todo esto está en <strong>el</strong> <strong>cristianismo</strong>; por lo tanto, no es pagano.» Es <strong>de</strong>cir, preferimos<br />
afirmar, y creemos que <strong>las</strong> Escrituras nos llevan a esta afirmación, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong><br />
principio <strong>el</strong> Rector Moral d<strong>el</strong> mundo <strong>de</strong>rramó <strong>las</strong> semil<strong>las</strong> <strong>de</strong> la verdad en toda su extensión;<br />
que estas semil<strong>las</strong> arraigaron <strong>de</strong> diversos modos, y crecieron como en la s<strong>el</strong>va,<br />
plantas s<strong>el</strong>váticas ciertamente, pero vivas.<br />
No tendremos dificultad en creer lo que afirma Newman, pero ¿qué vamos a <strong>de</strong>cir <strong>de</strong><br />
una r<strong>el</strong>igión que surgió unos seiscientos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la misión <strong>de</strong> nuestro Señor en<br />
la tierra, y cómo vamos a explicar este fenómeno?<br />
Todas <strong>las</strong> r<strong>el</strong>igiones que hasta ahora hemos analizado se pue<strong>de</strong>n c<strong>las</strong>ificar, en uno u<br />
otro sentido, como místicas. Nos hablan <strong>de</strong> la dignidad y la gran<strong>de</strong>za intemporal d<strong>el</strong> alma<br />
humana, <strong>de</strong> su capacidad para unirse y formar una sola cosa con todos los seres<br />
creados y con <strong>el</strong> mismo, Dios que habita tanto en <strong>el</strong> alma <strong>de</strong> los hombres como en todo<br />
lo que es obra <strong>de</strong> sus manos, pero no nos dicen casi nada acerca <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> Dios<br />
o acerca <strong>de</strong> los <strong>de</strong>signios que tiene formados sobre la raza humana en <strong>el</strong> espacio y en <strong>el</strong><br />
tiempo. La conciencia <strong>de</strong> la eternidad tien<strong>de</strong> a restar valor a todo <strong>el</strong> proceso d<strong>el</strong> tiempo:<br />
lo que importa es ser. ¿Por qué nos tenemos que preocupar <strong>de</strong> lo que suce<strong>de</strong> en este<br />
mundo mudable <strong>de</strong> lo transitorio? Mientras vivimos en la carne y en su mundo<br />
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