10.05.2013 Views

el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...

el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...

el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

límites <strong>de</strong> la justicia humana era una presunción <strong>de</strong> los hombres, la <strong>de</strong> circunscribir su<br />

po<strong>de</strong>r absoluto. No solamente <strong>el</strong> universo es la obra <strong>de</strong> sus omnipotentes manos; cada<br />

impulso, cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> mociones <strong>de</strong> la voluntad humana es «creada» por Dios. ¿Por<br />

qué, pues, ha <strong>de</strong> haber tantos hombres sentenciados a la eternidad d<strong>el</strong> fuego d<strong>el</strong><br />

infierno, si sus acciones no son realmente suyas sino que son directamente queridas por<br />

Dios? Porque, contestaban los ortodoxos, aunque Dios crea la voluntad para hacer una<br />

acción y la misma acción, una vez que esta acción se ha realizado, <strong>el</strong> ser humano, para<br />

<strong>el</strong> que se <strong>de</strong>cretó esa acción, la «adquiere» como suya propia: un argumento<br />

singularmente débil y sofístico para justificar la doctrina <strong>de</strong> la pre<strong>de</strong>stinación. Sin embargo,<br />

añadían los ortodoxos, por mala que haya podido ser la vida <strong>de</strong> un hombre, con<br />

tal que haya conservado un gramo <strong>de</strong> fe, se salvará <strong>de</strong> los tormentos d<strong>el</strong> infierno; porque<br />

la intercesión d<strong>el</strong> Profeta ante <strong>el</strong> trono <strong>de</strong> Dios es po<strong>de</strong>rosísima y pue<strong>de</strong> salvar a todos<br />

los creyentes. Esta doctrina, <strong>de</strong> hecho, no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir d<strong>el</strong> Corán, don<strong>de</strong> nunca se<br />

dice que ninguna humana intercesión tenga po<strong>de</strong>r alguno en <strong>el</strong> terrible día d<strong>el</strong> juicio.<br />

Lo mismo ocurría con <strong>el</strong> Corán. Todos admitían que <strong>las</strong> palabras d<strong>el</strong> Libro habían sido<br />

dictadas directamente a Mahoma por <strong>el</strong> áng<strong>el</strong> Gabri<strong>el</strong> por mandato <strong>de</strong> Dios: eran, por lo<br />

tanto, ipsissima verba <strong>de</strong> Dios. Los mu'tazilitas negaban que los atributos <strong>de</strong> Dios - su<br />

po<strong>de</strong>r, su conocimiento, su visión... --- fuesen coeternos con su esencia; porque eso<br />

sería introducir la multiplicidad en la esencia única <strong>de</strong> Dios, y eso es shirk, <strong>el</strong><br />

imperdonable pecado <strong>de</strong> asociar con Dios lo que no es Dios.<br />

Ahora bien, <strong>el</strong> Corán es la palabra <strong>de</strong> Dios, uno <strong>de</strong> sus atributos: por lo tanto, no<br />

pue<strong>de</strong> ser, <strong>de</strong>cían los mu'tazilitas, eterno e increado. Los ortodoxos, por <strong>el</strong> contrario,<br />

<strong>de</strong>fendían que los atributos <strong>de</strong> Dios son co-eternos con su esencia, y que <strong>el</strong> Corán por,<br />

consiguiente era co-eterno con <strong>el</strong> mismo Dios. Así, aunque en <strong>el</strong> Corán encontramos aún<br />

la doctrina d<strong>el</strong> Logos <strong>de</strong> Dios aplicada a Jesús, los teólogos d<strong>el</strong> siglo IX no dudaron en<br />

transferirla al mismo Corán; y lo que <strong>de</strong>terminaron entonces pasó a ser y se aceptó como<br />

doctrina ortodoxa. Como dice una fórmula confesional primitiva: «Confesamos que <strong>el</strong><br />

Corán es la palabra <strong>de</strong> Alá, increada, su inspiración y su rev<strong>el</strong>ación, no Él, no otra que<br />

Él; su real cualidad, escrita en libros, recitada por <strong>las</strong> lenguas, preservada en los<br />

corazones, pero no morando allí».<br />

La complejidad <strong>de</strong> la fraseología y la paradoja <strong>de</strong> la doctrina nos recuerdan <strong>el</strong> credo<br />

atanasiano. La doctrina tiene un exacto paral<strong>el</strong>ismo con la cristiana <strong>de</strong> la encarnación,<br />

sólo que en <strong>el</strong> Islam Dios no se hace hombre, sino Libro. Diremos, pues, con permiso <strong>de</strong><br />

los «realistas bíblicos», que <strong>el</strong> Islam es la verda<strong>de</strong>ra r<strong>el</strong>igión d<strong>el</strong> Libro, la verda<strong>de</strong>ra r<strong>el</strong>igión<br />

«bíblica», no <strong>el</strong> <strong>cristianismo</strong>.<br />

En <strong>el</strong> asunto <strong>de</strong> la pre<strong>de</strong>stinación y d<strong>el</strong> Corán increado se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que la tradición<br />

y <strong>el</strong> consenso <strong>de</strong> los creyentes <strong>de</strong>finieron unas doctrinas que estaban implícitas, en <strong>el</strong><br />

Corán, pero que no estaban afirmadas <strong>de</strong> una manera categórica. En cuanto a la<br />

pre<strong>de</strong>stinación, los ortodoxos tuvieron que <strong>de</strong>cidirse entre los pasajes que estaban a<br />

favor d<strong>el</strong> libre albedrío y los que lo negaban, mientras que en <strong>el</strong> asunto <strong>de</strong> la no creación<br />

d<strong>el</strong> Corán sólo tuvieron que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r una doctrina tradicional sobre la que <strong>el</strong> Libro no<br />

<strong>de</strong>cía ni una palabra. Quedaban todavía otras muchas cuestiones sobre <strong>las</strong> que <strong>el</strong> Corán<br />

no se pronunciaba claramente.<br />

Por ejemplo, en la otra vida, ¿los bienaventurados podrían ver cara a cara a su<br />

Señor? La tradición contestaba afirmativamente, porque <strong>el</strong> Profeta había dicho: «Cuando<br />

<strong>el</strong> pueblo d<strong>el</strong> paraíso haya entrado en <strong>el</strong> paraíso, Alá les dirá: "Cualquier <strong>de</strong>seo que<br />

tengáis, yo lo cumpliré." Ellos respon<strong>de</strong>rán: "¿No has hecho, nuestros rostros<br />

refulgentes, no nos has hecho entrar en <strong>el</strong> paraíso, no nos has salvado d<strong>el</strong> infierno?"<br />

Seguidamente Alá <strong>de</strong>scorrerá <strong>el</strong> v<strong>el</strong>o, y la visión <strong>de</strong> su Señor será <strong>el</strong> don más precioso<br />

66

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!