el cristianismo y las grandes religiones de oriente - FUNDACIÓN ...
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para <strong>el</strong> bien o, para <strong>el</strong> mal. En <strong>el</strong> caso <strong>de</strong> los monjes Soto con los que tuvo contacto <strong>el</strong><br />
padre Lassalle, es completamente cierto que la experiencia no solamente les daba un<br />
gran gozo sino que significaba también una perfección moral y un mayor amor y<br />
comprensión <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más hombres. También es posible, como cree <strong>el</strong> padre Lassalle,<br />
que esta experiencia suponga un amor <strong>de</strong> Dios, aunque los maestros Soto nunca lo<br />
expresan <strong>de</strong> este modo, porque su i<strong>de</strong>a d<strong>el</strong> amor es muy diferente <strong>de</strong> la nuestra, aunque<br />
ha conocido casos en que la iluminación ha dado como resultado la fe en Dios.<br />
Es una lástima que no nos haya hablado más sobre estos casos, porque la historia<br />
d<strong>el</strong> hinduismo nos enseña que la liberación (que no es sino un sinónimo <strong>de</strong><br />
«iluminación») pue<strong>de</strong> ser <strong>el</strong> primer paso en <strong>el</strong> camino <strong>de</strong> la unión con Dios. La<br />
experiencia taoísta, neoconfuciana y Zen, representan quizá <strong>el</strong> <strong>de</strong>scubrimiento inicial d<strong>el</strong><br />
yo trascen<strong>de</strong>nte que es <strong>el</strong> primer paso en <strong>el</strong> camino, <strong>de</strong> la unión con <strong>el</strong> Dios vivo, <strong>el</strong> cual<br />
en <strong>el</strong> Bhagavad-Gita y en toda la literatura bhakti que se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> él, trascien<strong>de</strong> la<br />
eternidad intemporal <strong>de</strong> la misma manera que trascien<strong>de</strong> <strong>el</strong> tiempo, y <strong>el</strong> mundo siempre<br />
cambiante que está atado al tiempo.<br />
EL BUDA TRINO Y UNO<br />
De una manera extraña, <strong>el</strong> budismo que comenzó como un credo ateo terminó en <strong>el</strong><br />
Mahayana proclamando al mismo Buda coma Dios. Lo que <strong>el</strong> Bhagavad-Gita es al<br />
hinduismo, es <strong>el</strong> Lata <strong>de</strong> la Verda<strong>de</strong>ra Ley al budismo. En <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> Bhagavad-Gita <strong>el</strong><br />
fundamento para la transición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> monismo panteísta al monoteísmo ya había sido<br />
preparado en los últimos Upanishadas; para <strong>el</strong> Sutra d<strong>el</strong> Loto, en cambio, la transición es<br />
mucho más difícil <strong>de</strong> seguir.<br />
En los primitivos textos budistas, Buda - Gautama Siddhartha, conocido como<br />
Shakyamuni, <strong>el</strong> sabio d<strong>el</strong> clan Shakya - es un hombre y nada más que un hombre; y<br />
nadie hoy en día duda <strong>de</strong> su realidad histórica. Ciertamente, se le atribuyeron po<strong>de</strong>res<br />
milagrosos y a veces se le llama <strong>el</strong> «omnisciente», pero eso no significa nada porque a<br />
todos los sabios « liberados» se les <strong>de</strong>nomina así.<br />
Con <strong>el</strong> advenimiento d<strong>el</strong> Mahayana, sin embargo, se cambió todo: <strong>el</strong> Buda histórico,<br />
Gautama, primero se hizo Dios-hombre y <strong>de</strong>spués la misma divinidad. Esta divinidad, <strong>el</strong><br />
Buda, tiene tres aspectos o «cuerpos»: <strong>el</strong> cuerpo-Dharma, <strong>el</strong> «cuerpo <strong>de</strong> la f<strong>el</strong>icidad» y<br />
<strong>el</strong> «cuerpo construido». El cuerpo-Dharma que, a <strong>gran<strong>de</strong>s</strong> rasgos, pue<strong>de</strong> traducirse<br />
como «cuerpo <strong>de</strong> la eterna ley», es <strong>el</strong> Buda, consi<strong>de</strong>rado como lo Absoluto, que<br />
trascien<strong>de</strong> todas <strong>las</strong> cosas., omnipotente, omnisciente, infinito y eterno. El «cuerpo.<br />
construido» es <strong>el</strong> Buda trascen<strong>de</strong>nte encarnado en Gautama y en todos los otros Budas<br />
que han ido apareciendo, a través <strong>de</strong> los tiempos sobre la tierra y sobre todos <strong>las</strong><br />
innumerables mundos con los que los budistas, anticipándose a la mo<strong>de</strong>rna astronomía,<br />
poblaron <strong>las</strong> inmensida<strong>de</strong>s d<strong>el</strong> espacio. El Mahayana, sin embargo, como los gnósticos<br />
<strong>de</strong> los primeros siglos d<strong>el</strong> <strong>cristianismo</strong>, tendían a minimizar la realidad <strong>de</strong> la encarnación<br />
d<strong>el</strong> Buda c<strong>el</strong>estial y la consi<strong>de</strong>raban como una mera apariencia adoptada a voluntad por<br />
<strong>el</strong> Ser Supremo para instruir a los hombres en la verda<strong>de</strong>ra r<strong>el</strong>igión, apariencia que<br />
abandonaba una vez había cumplido su finalidad. El cuerpo-Dharma y <strong>el</strong> cuerpo<br />
«construido» son fáciles <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r por los cristianos: se pue<strong>de</strong>n comparar, sin<br />
distorsión, a Cristo como Logos eterno y a Jesús Encarnado tal como lo entendían los<br />
gnósticos. El «cuerpo <strong>de</strong> f<strong>el</strong>icidad» presenta algunas dificulta<strong>de</strong>s para su comprensión,<br />
pero parece que significa lo que podríamos llamar «cuerpo glorioso» en los que los<br />
Budas se manifiestan <strong>de</strong> cuando en cuando.<br />
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