Untitled - Defensor del Pueblo

ciento dos
Derechos Humanos y Asamblea Constituyente, tomar el cielo por asalto
Entonces, es necesario analizar cómo, en la práctica, se llega a gestionar
el modelo de ciudadanía diferenciada.
La gestión de la diferencia por parte del Estado se logra a través del
reconocimiento formal de una serie de derechos diferentes a cada grupo, en
función de sus específicas características y de sus demandas; estos derechos
a menudo se describen como derechos intrínsecos y por tanto permanentes,
lo que constituye una de las razones de que las minorías nacionales aspiren a
ser contempladas en la Constitución
En este contexto se distinguen tres tipos de derechos grupales: los derechos
especiales de representación, los derechos de autogobierno y los derechos multiculturales. Los
primeros son para grupos minoritarios excluidos, tales derechos son una
respuesta a las condiciones de opresión; probablemente debamos tomarlos
como medidas temporarias en la marcha hacia una sociedad en que la necesidad
de una representación especial deje de existir.
Los derechos de autogobierno, por su parte, son permanentes e inherentes a
grupos determinados, que son culturas, pueblos o naciones, en el sentido de
ser comunidades históricas más o menos institucionalizadas, que ocupan una
tierra natal y comparten una historia y un lenguaje distintivos. Estas naciones
están insertas dentro de los límites de una comunidad política más amplia,
pero reivindican el derecho de gobernarse a sí mismas en algunos temas
cruciales, con el propósito de asegurar el desarrollo libre y pleno de su cultura
y de los intereses de su gente. Lo que éstas minorías nacionales pretenden no
es una mejor representación en el gobierno central sino más bien la transferencia
del poder y de la jurisdicción legislativa desde el gobierno central hacia sus
propias comunidades.
La categorización de derechos multiculturales es más que todo para grupos de
inmigrantes, que reclaman medidas que los “ayudarán a expresar su particularidad
cultural y el respeto de sí mismos, sin por ello impedir su éxito en las instituciones
económicas y políticas de la sociedad dominante. A diferencia de los derechos
de autogobierno, los derechos multiculturales aspiran a promover la integración
en la sociedad global, no la independencia” ( Kymlicka, 1996: 21).
28 Es decir en el ordenamiento legal nacional