Untitled - Defensor del Pueblo

ochenta y cuatro
Derechos Humanos y Asamblea Constituyente, tomar el cielo por asalto
Por ello, se considera, que respecto a la creación de una legislación boliviana
se navega sin brújula y sin oriente, copiando en muchos casos los códigos
franceses y por tanto, adoptando un modelo político, -no debe olvidarse que
el derecho escrito es inseparable de la política- que, en el caso del derecho
francés, los códigos respondían todos a la ideología política de la Revolución
Francesa, la ideología liberal individualista, acentuada en el triunfo burgués y
sobre los privilegios feudales, lo que generó una falta de identidad entre un
pueblo que salía de una revolución y un pueblo -como el boliviano- que apenas
tenía unos cuantos años de existencia, además que gran parte de sus pobladores
continuaban dominados, de uno u otro modo, por una clase social ya sea
española o la criolla.
Reflexión cuarta: Sin brújula y sin oriente
Regresando a la crítica del derecho, se ha creído y se cree, que con planes,
programas, modelos e instituciones jurídicas europeas pueda normarse
jurídicamente una gama de sociedades bolivianas distintas -este es un país
multicultural, multiétnico-. Se ha creído que el derecho positivo boliviano hay
que estudiarlo a partir de tendencias extranjeras, francesas o españolas y tal
vez algún doctrinario como Jiménez de Asúa pueda referirse tangencialmente
a las condiciones culturales, sociales, políticas y jurídicas de Bolivia.
Por ejemplo, en los referentes conceptuales y de léxico en licenciados en
derecho han existido autores y teorías tanto alemanas, italianas, españolas, con
referencias a los hermanos Mazeaud, Messineo, Savigny, Jiménez de Asúa,
Zaffaroni, Cossio, Borda, entre muchos otros; influencias que han proyectado
la aspiración de hacer de Bolivia una nueva Francia o una nueva Alemania, en
el marco jurídico, desconociendo que la historia y las culturas son únicas y no
se repiten jamás.
Por ello la normatividad jurídica boliviana ha sido, en muchos casos, muy
simple ya que no hubo otra labor que la copia o calco, y ni siquiera se tomó
como referente a un sólo sistema, sino que se adoptó una idea de Alemania,
otra de Francia, otra de Italia, otra de España, otra de la Argentina, otra de
Chile, sin considerar las razones asumidas por cada uno de esos países.