Untitled - Defensor del Pueblo

por multietnicidad, pluriculturalismo y antagonismos socioeconómicos abismales.
La realidad de un determinado Estado es central para construir una teoría y práctica
acertada de la ciudadanía, aunque algunos hechos puedan tender a poner en cuestión
algunos supuestos centrales de la teoría tradicional. Tal es el caso de la máxima
básica con la que se inaugura este apartado, que señala que la ciudadanía es un
medio para generar igualdad entre los miembros de una sociedad. Sin embargo, es
oportuno preguntarse qué responder ante una sociedad marcada por sus profundas
diferencias que se manifiestan en todo momento, a todo nivel y que son una fuente
inagotable de conflicto entre la sociedad y el Estado.
Hacia la ciudadanía diferenciada
De acuerdo con lo anteriormente expuesto, el sentimiento de pertenencia y el
problema de la igualdad que propugna la ciudadanía son dos elementos centrales
que deben analizarse minuciosamente en sociedades como la boliviana. Como
señala Kymlicka: “con el tiempo ha resultado claro, sin embargo, que muchos
grupos (...) todavía se sienten excluidos de la cultura compartida pese a poseer los
derechos comunes propios de la ciudadanía. Los miembros de tales grupos se
sienten excluidos no sólo a causa de su situación socioeconómica, sino también
como consecuencia de su identidad sociocultural: su diferencia” (1997:19). Bolivia
con múltiples procesos de exclusión, de acumulación de una historia no
compartida, es un ejemplo de este imaginario de exclusión.
Sabine Hoffmann señala que la ciudadanía desde arriba, o formal, “puede ser
entendida como estrategia para paliar conflictos sociales y promover la integración
social de los ciudadanos” (2005:83). De acuerdo con esta lógica, esto querría decir
que una ciudadanía formal adecuada puede significar una conquista parcial de la
ciudadanía sustancial, ya que un elemento central de la ciudadanía sustancial es la
integración social, que se logra a través del sentimiento de pertenencia, y no desde
arriba, sino desde abajo. En este sentido, una ciudadanía formal adecuada e inclusiva,
que sea el reflejo adecuado de lo que sucede abajo fomentaría la integración social,
lo que reduciría los conflictos sociales.
¿Pero cuál es esa ciudadanía formal adecuada? Como se acaba de mencionar,
la sociedad boliviana es poliétnica y multicultural, con una serie de cosmovi
noventa y nueve