Untitled - Defensor del Pueblo
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setenta y cuatro<br />
Derechos Humanos y Asamblea Constituyente, tomar el cielo por asalto<br />
establecer las normas humanas que posibiliten el curso de la sociedad y allí sí<br />
con las subordinaciones necesarias.<br />
Veamos un pseudo espacio <strong>del</strong> vacío <strong>del</strong> poder en práctica: los asambleístas<br />
o los diputados de una cámara, son iguales en poder y en voz, con una excepción,<br />
el estado de derecho sobre ellos, por ello pseudo espacio, pues estas normas<br />
pudieron determinar exclusiones en la participación, y expresan limitaciones<br />
en su actuar.<br />
Volvamos a Lefort, ¿cómo sería posible un espacio vacío de poder?. M<br />
ediante un pluralismo efectivo no moderno, sino posmoderno: todos son<br />
iguales en voz y en poder, la esfera externa de derecho sería mucho más amplia,<br />
como señala Foucault “no podemos decir que la libertad o los derechos<br />
humanos han de limitarse a ciertas fronteras (...) lo que me asusta <strong>del</strong> humanismo<br />
es que presenta cierta forma de nuestra ética como mo<strong>del</strong>o universal para<br />
cualquier tipo de libertad. Me parece que hay más secretos, más libertades<br />
posibles y más invenciones en nuestro futuro de lo que podemos imaginar con<br />
los derechos humanos” (Foucault, 1996:150).<br />
En este sentido la posibilidad agonística de invención es mayor, pues la<br />
democracia se vuelve creativa, gestionadora <strong>del</strong> conflicto -no lo elimina, lo<br />
gestiona-, se produce y reproduce con una efectiva participación de los que<br />
se encuentran en el espacio vacío de poder, es inventiva y de real ejercicio.<br />
¿Qué más nos plantea Lefort? Separación <strong>del</strong> derecho y <strong>del</strong> poder: “los<br />
derechos <strong>del</strong> hombre marcan una separación entre el derecho y el poder, el<br />
derecho y el poder ya no se condensan más en el mismo polo” (Lefort, 2001:43),<br />
es decir los participantes en el espacio vacío de poder tienen derechos de ser<br />
humano, valen lo mismo, poseen la misma dignidad, así su procedencia, su<br />
racionalidad, su entendimiento de la naturaleza humana sean distintas, no<br />
puede ejercerse coacción pues ésta defendería a una de las concepciones,<br />
negando a otras. No puede ser este espacio un gobierno de la moral, pues se<br />
supone que las creencias de la moral también están suspendidas, no es un<br />
imperativo el que se presenta, sino efectivamente un derecho no coercitivo,<br />
si se desea un neoderecho <strong>del</strong> ser humano.<br />
El derecho y el deber se expresan en un autointerés compartido de mantener<br />
el espacio vacío de poder y se abre la posibilidad <strong>del</strong> debate, de la construcción,<br />
dejando en suspenso las subordinaciones, en este caso se debe entender