cuaderno de actividades filosofia 2 - Sitio del grupo Web
cuaderno de actividades filosofia 2 - Sitio del grupo Web
cuaderno de actividades filosofia 2 - Sitio del grupo Web
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
FILOSOFÍA II<br />
9. Ante el dilema <strong>de</strong> si “vale más ser amado que temido, o temido que amado”, ¿qué propone<br />
Maquiavelo?<br />
_______________________________________________________________________________<br />
_______________________________________________________________________________<br />
_______________________________________________________________________________<br />
_______________________________________________________________________________<br />
_______________________________________________________________________________<br />
_______________________________________________________________________________<br />
_______________________________________________________________________________<br />
_______________________________________________________________________________<br />
________<br />
PROBLEMAS GNOSEOLÓGICOS DE LA REVOLUCIÓN FILOSÓFICA-CIENTÍFICA DE LOS<br />
SIGLOS XVI Y XVII.<br />
Para José Luis Trueba Lara, “La Revolución en la mirada y en la comprensión <strong>de</strong>l universo iniciada<br />
con La docta ignorancia <strong>de</strong> Nicolás <strong>de</strong> Cusa llegó a un clímax con la aparición <strong>de</strong>l De<br />
Revolutionibus Orbium Celestium <strong>de</strong> Copérnico: la obra que –según se cuenta <strong>de</strong> manera casi<br />
legendaria- salió a la luz pública el día <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> su autor y sobre la cual se edificarían las<br />
gran<strong>de</strong>s transformaciones científicas <strong>de</strong> los siglos XVI y XVII.”<br />
Como apoyo al tema te presentamos un fragmento <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Copérnico que es un gran<br />
resumen <strong>de</strong> los argumentos heliocéntricos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>vastadora refutación que él realizó <strong>de</strong> la<br />
tradición ptolomaica:<br />
Nicolás Copérnico (1473-1543) y la revolución <strong>de</strong> la Astronomía.<br />
Hipótesis acerca <strong>de</strong> los movimientos celestes: esbozo previo <strong>de</strong> la teoría según la cual la<br />
tierra se mueve en <strong>de</strong>rredor <strong>de</strong>l sol.<br />
Nuestros antepasados, según advierto, suponían la existencia <strong>de</strong> gran número <strong>de</strong> esferas<br />
celestes, principalmente con el intento <strong>de</strong> explicar el movimiento aparente <strong>de</strong> los planetas<br />
en virtud <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> regularidad. Porque tenían por cosa <strong>de</strong>l todo absurda el que un<br />
cuerpo celeste, que es esfera perfecta, no tuviera siempre movimiento uniforme. Vieron<br />
cómo, uniendo y combinando <strong>de</strong> varios modos movimientos regulares, podían lograr que, al<br />
parecer, todo cuerpo se moviese hasta una posición cualquiera.<br />
Calipo (Callipus) y Eudoxo (Eudoxus), que se propusieron resolver el problema<br />
recurriendo a las esferas concéntricas, no pudieron explicar todos los movimientos<br />
planetarios. No sólo tenían que dar razón <strong>de</strong> los giros aparentes <strong>de</strong> los planetas, sino<br />
también <strong>de</strong> por qué dichos cuerpos a veces nos parecen remontarse por los cielos y otras<br />
bajar; y esto no se compa<strong>de</strong>ce con el principio <strong>de</strong> la concentricidad. Por eso túvose por<br />
mejor echar mano <strong>de</strong> excéntricas y epiciclos, sistema que acabaron por aceptar los más <strong>de</strong><br />
los letrados.<br />
Sin embargo, las teorías planetarias <strong>de</strong> Tolomeo y los más <strong>de</strong> los otros astrónomos,<br />
aunque concordaban con los datos numéricos, a veces parecían presentar dificulta<strong>de</strong>s no<br />
pequeñas. Porque las tales teorías no satisfacían por completo, a menos <strong>de</strong> admitirse<br />
también ciertos ecuantes; resultaba entonces que el planeta no se movía con velocidad<br />
uniforme ni en su <strong>de</strong>ferente ni en torno <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> su epiciclo. Por en<strong>de</strong>, los sistemas <strong>de</strong><br />
esta clase no parecían ni bastante absolutos ni bastante gratos para el entendimiento.<br />
Habiéndome percatado <strong>de</strong> tales <strong>de</strong>fectos, a menudo pensé entre mí si no podría hallarse<br />
por ventura una combinación más razonable <strong>de</strong> círculos <strong>de</strong> la cual se infiriesen todas las<br />
anomalías aparentes y según la cual todo se moviese uniformemente en torno <strong>de</strong> su propio<br />
CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />
17