Matemática (Libro para el Docente parte II) - Región Educativa 11
Matemática (Libro para el Docente parte II) - Región Educativa 11
Matemática (Libro para el Docente parte II) - Región Educativa 11
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Noción de proporcionalidad<br />
Si bien <strong>el</strong> desarrollo de la proporcionalidad directa e inversa son contenidos<br />
d<strong>el</strong> próximo módulo, en <strong>el</strong> Módulo 3 <strong>para</strong> alumnos se presenta la noción de<br />
proporcionalidad en situaciones cotidianas. En general los adultos, no tienen<br />
formalizado este concepto pero lo aplican cuando pre<strong>para</strong>n recetas de cocina,<br />
mezclas de combustible o de albañilería, y realizan interpretación de planos,<br />
mapas u hojas de ruta, etc. En <strong>el</strong> módulo <strong>para</strong> alumnos, se han utilizado algunos<br />
de estos casos. Es apropiado en las instancias presenciales proponer otras<br />
situaciones cotidianas <strong>para</strong> reconocer si existe o no existe proporcionalidad<br />
directa.<br />
Respecto a la proporcionalidad, <strong>para</strong> que reconozcan cómo se r<strong>el</strong>acionan dos<br />
magnitudes en forma directamente proporcional, usted puede trabajar con los<br />
alumnos a partir d<strong>el</strong> error. Es común que los adultos utilicen criterios <strong>para</strong> <strong>el</strong><br />
reconocimiento de magnitudes directamente proporcionales que son incorrectos,<br />
por ejemplo, su<strong>el</strong>e pensarse que: "Si al aumentar una magnitud, también<br />
aumenta la otra, entonces son directamente proporcionales". Esto no sólo<br />
confunde, sino que origina errores en la resolución de problemas ya que<br />
utilizan las propiedades de proporcionalidad en situaciones en que no<br />
corresponden porque no existe tal r<strong>el</strong>ación. Usted podrá dar algunos ejemplos<br />
como las boletas de servicios (<strong>el</strong>ectricidad, gas, t<strong>el</strong>éfono, etc.), <strong>para</strong> demostrar<br />
que esta condición es insuficiente. Es fácil comprobar en estos casos que al<br />
doble de consumo no le corresponde <strong>el</strong> doble de importe.<br />
Otro de los errores r<strong>el</strong>acionados con proporcionalidad, es considerar la razón<br />
como sinónimo de fracción. Cuando se utiliza una razón, lo que se está haciendo<br />
es indicar la r<strong>el</strong>ación que existe entre dos cantidades. Por ejemplo, si decimos<br />
que de cada 3 personas altas hay 5 bajas y escribimos la razón 3 , esta escritu-<br />
5<br />
ra establece que la r<strong>el</strong>ación entre bajos y altos, indica, entre otras cosas:<br />
Que hay más bajos que altos.<br />
Que la cantidad de personas bajas es "casi" <strong>el</strong> doble que la cantidad de<br />
personas altas.<br />
Que en un grupo de 800 personas posiblemente 300 serán altas y 500<br />
bajas, etc.<br />
En las r<strong>el</strong>aciones, decir 3 de cada 5 es igual a decir 6 de cada 10 ó 30 de cada<br />
50, ya que la r<strong>el</strong>ación es la misma.<br />
Las fracciones 3 , 6 y 30 son equivalentes, pero no iguales.<br />
5 10 50<br />
Si se tiene en cuenta que se opera d<strong>el</strong> mismo modo con las razones y con las<br />
fracciones, no es necesario establecer esas diferencias ante los alumnos, pero<br />
tampoco deben tratarse d<strong>el</strong> mismo modo. En este sentido, es conveniente que<br />
se remarque la lectura correcta de una razón. Por ejemplo, si resulta 5 , debe<br />
6<br />
leerse "cinco de cada seis" y no "cinco sextos". La lectura correcta permite<br />
marcar la r<strong>el</strong>ación entre esas cantidades y no un número, como resulta de leer<br />
"cinco sextos".<br />
57