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216<br />
saber algo más al respecto. No es casual ni antojadizo. El mundo discierne el futuro. <strong>La</strong> iglesia<br />
duerme…<br />
El evangelismo de este tiempo, (Y no estoy hablando de los rimbombantes ministerios<br />
televisivos) está reconociendo que el trabajo de Dios ya estaba presente en la vida de las personas<br />
mucho tiempo antes que nosotros apareciéramos en la escena. Por tanto, nuestro papel ni es tan<br />
gravitante ni tan meritorio.<br />
Esto me recuerda una anécdota que vivió la madre de un cantante de mi país. Ella había sido<br />
compañera escolar del recientemente electo Presidente de la República, y fue invitada<br />
conjuntamente con el resto de sus compañeros, a una recepción en la Casa de Gobierno en los<br />
primeros días de su gestión.<br />
El flamante mandatario fue saludando a uno por uno de sus ex compañeros de la escuela<br />
primaria y, cuando llegó a esta señora, famosa por no callarse nada, le dijo que cualquier cosa que<br />
necesitara, no vacilara en acudir a él. Ella simplemente lo miró con una sonrisa y le respondió:<br />
“Mira…con que no me fastidies la vida, es suficiente…”<br />
Creo que Dios está haciendo exactamente lo mismo con muchos de sus supuestos<br />
servidores, manos derechas o teóricos representantes legales. A todos estos tremendos hombres de<br />
Dios, cuando ellos le dicen que están dispuestos a hacer cualquier cosa por Él, Él les responde:<br />
“Mira…con que no me estorbes ni me fastidies, es suficiente…”<br />
(Juan 3: 17)= Porque no envió Dios a su Hijo al mundo <strong>para</strong> condenar al mundo, sino<br />
<strong>para</strong> que el mundo sea salvo por él.<br />
(Lucas 5: 30)= Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos,<br />
diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? (31) Respondiendo Jesús,<br />
les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. (32) No he<br />
venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.<br />
Y vamos llegando a la zona de las definiciones. Esto deja de ser un libro formativo e<br />
informativo y comienza, muy a su pesar, a ser un tratado profético. Que no significa que alguien te<br />
diga que conocerás a una hermosa rubia que será tu esposa, sino el futuro de tu vida en el cuerpo de<br />
Cristo.<br />
Porque aquí nos encontramos con que se tiene un nuevo mundo, una nueva formación y, si<br />
quieres, hasta una nueva cultura. ¿Qué necesitaremos, entonces, como cristianos? Sencillo: ¡¡Una<br />
nueva iglesia!! ¿Y no podemos modificar la actual? Respondo con otra pregunta aunque no sea bien<br />
visto: ¿Puedes echar vino nuevo en odres viejos?<br />
Necesitamos reconsiderar una cristiandad que, como tal, nos arrastró a una pseudo cultura<br />
inserta en la iglesia del mundo pasado. ¿<strong>La</strong>s cosas viejas pasaron y he aquí todas han sido hechas<br />
nuevas en tu vida? ¿Sí? ¡¡Entonces, la iglesia también!! Porque dice que todas las cosas son<br />
nuevas.<br />
Hay algo que como iglesia debemos aprender sí o sí de una vez y <strong>para</strong> siempre. No podemos<br />
estar, como lo estamos desde hace años, detrás de la cultura que el mundo impone a los pueblos.<br />
Viene el tiempo en que la iglesia tendrá la tarea de implantar en el mundo la cultura del Reino.<br />
Ahora bien; en la era de la información, ¿Puede ser eficiente, apta e impactante una iglesiaaprendiz,<br />
que siempre está incorporando conocimientos que en muchas otras áreas ya se tienen<br />
desde hace tiempo? <strong>La</strong> iglesia debe ser el centro del conocimiento.<br />
Siempre se ha dicho en los planos seculares que la historia da vuelta en círculos y regresa<br />
inexorablemente al punto desde donde partió. ¿Sabes que? Eso es un principio bíblico. Si no lo