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250<br />
El problema es que el pueblo de Dios (mi pueblo), son aquellos a quienes Dios ya ha sacado<br />
espiritualmente del reino de Satanás y trasladado al Reino del Señor Jesucristo (Colosenses 1:13).<br />
Sin embargo, habiendo sido hechos ciudadanos del Reino de Dios, todavía tenemos que vivir en este<br />
mundo, el cual es la localización del reino de Satanás. Si quieres le damos nombre bíblico:<br />
Remanente.<br />
<strong>La</strong> verdad es que tenemos que vivir en la Babilonia de este mundo, sirviendo a este mundo<br />
como embajadores del Reino de Dios. Vivimos en la Babilonia de este mundo como vivió Daniel y<br />
sus tres amigos en su época. <strong>La</strong> única forma como podemos salir de la Babilonia de este mundo es<br />
muriendo. Sin duda, Dios no está ordenando esto en Apocalipsis 18:4.<br />
Sin embargo, cuando el rey de Babilonia está reinando en las iglesias, entonces estas iglesias<br />
se han vuelto Babilonia. Entonces sabemos que nosotros, que somos creyentes, tenemos que salir<br />
físicamente de esta Babilonia espiritual. Esta es una acción que todo creyente debe tomar.<br />
Dios ciertamente está asegurándose de que el verdadero creyente entienda el mensaje. El<br />
mandato es sonoro y claro. Cuando las iglesias y congregaciones son gobernadas por Satanás,<br />
cuando el Espíritu Santo ha salido de en medio, cuando la abominación desoladora está en el Lugar<br />
Santo, cuando Jerusalén ha quedado rodeada por ejércitos, cuando la Gran Tribulación ha<br />
comenzado, los creyentes deben salir de las iglesias.<br />
Esta no es una opción, este mandato no es <strong>para</strong> ser discutido, este mandato no está sujeto a<br />
nuestra opinión. Es un mandato <strong>para</strong> ser obedecido. Aquellos que desobedecen serán incluidos entre<br />
los que comienzan a experimentar el juicio de Dios.<br />
El énfasis e importancia de este mandato <strong>para</strong> aquellos que están dentro de las iglesias y<br />
congregaciones de hoy no es menos imperativo que el mandato dado a los habitantes de Judá<br />
cuando Babilonia estaba asaltando a Jerusalén, a la cual finalmente destruyó en el año 587 A.C.<br />
Ellos fueron mandados a salir de Jerusalén e ir como cautivos a Babilonia. ¿Pero no tenemos<br />
una contradicción? Judá fue mandada a salir como cautiva a Babilonia. En nuestros días, los<br />
creyentes son mandados a salir de Babilonia. ¿Cómo podemos entender esto?<br />
052 - <strong>La</strong> Única y Verdadera Babilonia<br />
<strong>La</strong> Babilonia de Apocalipsis 17 y 18 no puede identificarse con ninguna entidad aparte de las<br />
iglesias y congregaciones de nuestros días. Algunos teólogos tratarían de identificarla con el mundo<br />
en su extensión. Sin duda, esto parece posible porque a Satanás, quien es representado por el rey<br />
de Babilonia, le ha sido dada la autoridad de gobernar sobre el mundo entero.<br />
Sin embargo, ya hemos aprendido que es Jerusalén quien mata a los profetas. Eso sólo nos<br />
asegura que Babilonia se refiere a las iglesias. También tenemos que reconocer que los creyentes<br />
tienen que salir de ella <strong>para</strong> no quedar sujetos a las plagas que salen de Babilonia.<br />
No podemos salir del mundo. No tenemos que amar al mundo en sus cosas materiales, no<br />
tenemos que poner nuestra confianza en las cosas del mundo, pero no podemos salir del mundo. <strong>La</strong><br />
verdad es, que tenemos que ser embajadores del Reino de Dios al mundo.<br />
Por otra parte, tenemos que salir de las iglesias y congregaciones. No tenemos por qué<br />
permanecer en ellas por ninguna razón. <strong>La</strong>s iglesias son lugares de adoración. Quienes asisten<br />
están adorando al dios que gobierna en las iglesias. Antes del fin de la era de la iglesia, cualquier<br />
iglesia que fuera razonablemente fiel a la Palabra de Dios estaba adorando a Cristo.<br />
Al menos los creyentes verdaderos estaban adorando a Cristo, pero cuando la Gran<br />
Tribulación comenzó, Dios el Espíritu Santo ya no está mas en medio de la congregación. En su