10.11.2014 Views

Pulsa aquí para descargarte y seguir leyendo ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para descargarte y seguir leyendo ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para descargarte y seguir leyendo ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

4<br />

A Modo de Introducción…<br />

No tuve ningún inconveniente, ni tampoco ninguna clase de falso pudor, <strong>para</strong> decírtelo en<br />

aquel momento cuando escribí Una Mosca en la Nariz: no tenía ni la más pálida idea del motivo por<br />

el cual lo estaba haciendo. Lo único que sabía con total y absoluta certeza, era que Dios me había<br />

ordenado hacerlo.<br />

Y no sólo me había dado la orden de escribir eso, sino que incluso me había delineado día<br />

por día y momento por momento (A veces sin que ni yo mismo me diera cuenta del todo), de la<br />

manera que tenía que hacerlo. Con qué contenidos, formas, léxico y epicentros básicos.<br />

Te confieso que tuve muchas dudas y algunos miedos, pero una palabra precisa y concreta<br />

del Señor me tranquilizó primero, me convenció seguidamente y me activó en último término: No hay<br />

espacio <strong>para</strong> los cobardes en el Reino de Dios.<br />

Sin embargo, no quisiera que te hagas una imagen mía que no se parece en nada a la real.<br />

De ninguna manera soy un valiente caballero de la edad media que con su sola lanza en ristre se<br />

apresta a encarar contra todo un ejército de miles y miles de feroces soldados.<br />

Soy un hombre (Un “tipo”, como decimos en Argentina), de lo más vulgar, común, corriente y<br />

hasta algo menos, si quieres. Y no estoy menoscabándome ni subestimándome. A eso quizás lo hice<br />

en parte en el primer libro y ya me lo criticaron y me lo corrigieron. Soy un hijo de Dios.<br />

Y es el ser un hijo de Dios lo que me hace una persona especial, no alguna otra virtud<br />

personal, familiar, eclesiástica o de cualquier otra naturaleza. Y si sobresalgo por sobre tanta gente<br />

que hace las mismas cosas, no es porque yo sea mejor que ellos, sino porque – repito – yo soy un<br />

hijo de Dios.<br />

¡Hermano! ¿Usted me está queriendo decir que hay gente que también planta páginas <strong>Web</strong>,<br />

escribe artículos sobre Jesucristo y hasta predica en vibrantes audios que no son hijos de Dios? No<br />

te lo estoy “queriendo” decir; te lo estoy diciendo por una simple razón: es verdad. Y el ochenta por<br />

ciento de quienes leen esto, lo saben.<br />

Pero entiende bien, por favor, porque en este tiempo se escucha, se ve y se lee cualquier<br />

barbaridad. No te estoy diciendo que sea EL Hijo de Dios encarnado. A eso, ya hay algunos que “se<br />

les escapó la tortuga”, que andan jurándolo por la <strong>Web</strong>. Yo dije que soy UN hijo de Dios. Como tú, tú<br />

o tú, hermano o hermana, sin acepción de personas.<br />

<strong>La</strong> diferencia es que yo he sido comisionado por el Reino de Dios, enviado por mi Padre<br />

celestial, sustentado por mi Señor Jesucristo, inspirado y fortalecido por mi amado Espíritu Santo<br />

<strong>para</strong> hacer esto que estoy haciendo, y no otra de las tantas cosas que otros van a hacer o están<br />

haciendo ya.<br />

El mayor problema que hemos tenido como pueblo santo, ha sido el suponer que todos<br />

estábamos <strong>para</strong> hacer de todo y que aquellos que no hacían las cosas según las costumbres de lo<br />

que llamábamos “la iglesia”, no pertenecían a ella. <strong>La</strong>mento decirte que una gran mayoría de estos sí<br />

que pertenecían a una iglesia de la cual muchos de sus jefes estaban fuera.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!