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que te llenes de dólares o euros, sino que el propósito de Dios en tu vida ministerial no pueda ser<br />

detenido.<br />

Si esto que termino de decir no afecta tu vida ministerial, has sido llamado a cumplir una parte<br />

de la voluntad de Dios. Si, por el contrario, te has llenado de enojo por lo dicho, ten cuidado porque<br />

seguramente estás caminando en la dirección contraria. Y eso sí es altamente peligroso.<br />

Pero mucha atención con esto que diré ahora: esa misma prosperidad de la que estamos<br />

hablando, significa que no puede haber ni habrá tribulación material o de otra índole que<br />

pueda detenerte o te desvíe.<br />

Prosperidad con Dios, es avanzar continuamente sin que ninguna circunstancia te detenga o<br />

te haga ir más lento. Que no importa el ataque de Satanás, ya que tú vives en una posición en la cual<br />

la hostilidad de Babilonia ya no te desvía ni te detiene.<br />

Es allí, en ese exacto lugar, en donde comenzamos a hacerle daño al enemigo. Por eso es<br />

que tenemos que entrar en la presencia del rey. No me refiero a un himno tradicional o a una nueva<br />

canción de Marcos Witt, ambas muy bonitas. Adoración es un estilo de vida y está muy por<br />

encima de una canción.<br />

De lo que espiritualmente estamos hablando, es de un lugar en el que, llueva, truene o caigan<br />

rayos y centellas, tú vas a hacer lo que Dios ha dicho que se debe hacer. Y me refiero<br />

concretamente al avance de la iglesia, no a tu visión personal.<br />

Porquen no son pocas las veces en que cierta gente suele tomar a estos mensajes <strong>para</strong><br />

justificar sus visiones personales. ¡¡No funciona así!! El mensaje del Señor en nuestra boca o manos,<br />

es <strong>para</strong> la iglesia corporal. Y tampoco hablo de Babilonia.<br />

Entonces es menester que entiendas que no estoy hablando de tu ministerio. Tu ministerio<br />

se desarrolla dentro de la visión corporal de Dios o tu ministerio no es de Dios, así de simple. A<br />

veces es necesario atar una vez más los cordones sueltos de esta clase de calzado.<br />

(Ester 2: 1)= Pasadas estas cosas, (¡Un momento! ¿Pasadas qué cosas? Recuerda; las dos<br />

fiestas, la desobediencia de Vasti, el decreto escrito, las consecuencias, todo lo que has visto<br />

anteriormente), sosegada ya la ira del rey Asuero, se acordó de Vasti y de lo que ella había<br />

hecho, y de la sentencia contra ella.<br />

(2) Y dijeron los criados del rey, sus cortesanos: Busquen <strong>para</strong> el rey jóvenes vírgenes<br />

de buen parecer;<br />

Quiero que entiendas algo con total claridad: el rey, aquí, está invitando a jóvenes vírgenes y<br />

muchachas de buen parecer de ciento veintisiete provincias. ¿Te imaginas? Miles y miles de jóvenes<br />

hermosas, vírgenes, apetecibles.<br />

Hay ciertas limitaciones, es verdad. Por un lado, vírgenes, eso ya corta y deja fuera a<br />

muchas. Por el otro lado, de buen parecer, es decir que las feas no participan y eso corta y deja fuera<br />

a otro buen porcentaje. Pero de todos modos, miles. ¿Cuántas serían? ¿Veinte mil? ¿Diez mil? ¡No<br />

podían ser menos!<br />

Hay eruditos que han hecho un cálculo estimativo tomando como base el hoy, esto es: la<br />

belleza de las damas jóvenes hoy. Ni hablar de virginidad que ese es otro tema muy diferente.<br />

Jóvenes hermosas. Ciento veintisiete provincias. ¿Sabes que? ¡Cincuenta mil, han dicho!<br />

Cincuenta mil mujeres jóvenes y hermosas entran en este muy singular concurso de belleza.<br />

Es obvio, el rey Asuero anda buscando la más bonita. Y si es virgen mucho mejor. <strong>La</strong> mayoría eran<br />

vírgenes y la mayoría eran bonitas.

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