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280<br />
Algo semejante a esto va a pasarle a la raza humana. Desbaratar a Babilonia es solo el<br />
comienzo. Cuando la autoridad de Babilonia se reemplace por el verdadero gobierno limpio de Dios,<br />
comienza otra clase de problema.<br />
Dios permite todo esto <strong>para</strong> ver qué hay en el corazón de las personas. Nosotros, si estamos<br />
limpios y estamos representando al Señor: Si alguien nos hace un bien, o nos recibe, hace el mismo<br />
bien, o recibe, al Señor; y si alguien nos hace un mal, hace el mismo mal al Señor.<br />
No sé cual es el motivo por el cual nos cuesta tanto trabajo creer la validez de esta Palabra.<br />
Vivimos cada día como solicitando permiso a los impíos <strong>para</strong> ejercer cualquiera de nuestros legítimos<br />
derechos. Quien nos agreda, calumnie o ataque, si estamos como debemos estar delante del Señor,<br />
lo está haciendo con Él<br />
El Señor dijo en Lucas 23:34: ...Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Pero<br />
también dijo que las consecuencias iban a venir sobre esa generación, y vinieron. Esa generación<br />
todavía sigue, porque las dos generaciones están aquí todavía, la de Cristo y la de Adán.<br />
<strong>La</strong> generación de Adán no tiene buen futuro. Los que hallan existencia en su vida de lo que<br />
recibieron de Adán, lo que hemos recibido todos de Adán, no tiene futuro. El futuro está en el Señor,<br />
en la vida de Él.<br />
Adán, el primer hombre, fue hecho un alma viviente por el aliento de Dios. Pero Jesús es el<br />
Señor del Cielo, y es Espíritu vivificante, y puede darnos vida. Esa es la simple diferencia entre una<br />
iglesia humanista y otra ungida: Vida.<br />
<strong>La</strong> Escritura dice que Dios Padre tiene vida en sí, y ha dado a Jesús el tener vida en sí, pero<br />
nuestra vida (si es que la tenemos) está en Él. Si nosotros hemos hallado la vida eterna, es porque la<br />
hemos hallado en Él. Si no lo tenemos a Él, no tenemos la vida.<br />
Si Él no está en nosotros, no tenemos la vida. El hombre se cree muy sabio, cuando en<br />
realidad es loco delante de Dios. El hombre que se cree muy despierto; ante Dios, está dormido y<br />
soñando. Toda la raza humana está en nada delante del Señor, y si vamos a volver al cauce de lo<br />
que Dios quiere, es paso por paso, cosa por cosa, dirigidos por Dios.<br />
Para vivir <strong>para</strong> siempre hay que vencer la muerte, y el único que ha podido vencer la muerte<br />
es nuestro Señor Jesús. Así que si vamos a participar de esa victoria, tenemos que estar dispuestos<br />
a hacer lo que hizo Daniel.<br />
Daniel no estaba buscando el poder como primer presidente del reino de los medos y los<br />
persas (de la misma manera que no lo buscó en Babilonia), él no estaba buscando el beneficio<br />
propio, ni siquiera estaba buscando defender su propia vida.<br />
Estaba buscando hacer solamente lo que Dios quería de él, y no iba a modificar lo que él<br />
ya tenía pactado con Dios por ningún temor al hombre, por ningún temor al foso de los leones que<br />
representaba la muerte. Eso es lo que Dios está buscando hoy en día. Está buscando un pueblo<br />
dispuesto a <strong>seguir</strong>le.<br />
Y cuando hablo de <strong>seguir</strong>le a Él, estoy refiriéndome, obviamente, a Dios mismo. No podemos<br />
confundir doctrinariamente esto con <strong>seguir</strong> a un líder, a un conductor, ni siquiera con la predicación<br />
entera de la vida de Moisés. Seguir al Señor será, en el mejor de los casos, junto a otros hombres,<br />
pero en el peor, pese a ellos. Hoy, ya lo has visto, es pese a ellos.<br />
En todas partes están predicando: “venga a Cristo y Él le va a dar casa, auto, sólo siendo fiel<br />
aquí con sus diezmos, sus ofrendas, su presencia, y no le va a faltar nada en su casa, va a gozar de<br />
perfecta salud, va a tener lo que necesita <strong>para</strong> sus hijos; y si acaso tiene alguna necesidad, sólo<br />
debe venir acá y dar más dinero, y Dios se lo va a multiplicar muchas veces más”.