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Mientras, la gente que no entendía <strong>para</strong> qué era el rito, seguía dependiendo del rito, <strong>para</strong><br />
relacionarse con Dios. Pero el que entendió el rito, dijo: “Esto es una cobertura falsa. Si tengo<br />
obediencia no necesito ninguna cobertura, ¡Ya la tengo!<br />
¡Que tremendo lo de David! ¿Sí, eh? ¿Qué te parece si lo traemos a este tiempo? <strong>La</strong> Santa<br />
Cena. ¿<strong>La</strong> Santa Cena? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Es el mismo concepto, es el<br />
mismo principio alterado. ¿Blasfemia de un hereje o vaca sagrada sin fundamento?<br />
Hay gente que si le sacas la Santa Cena en la última semana del mes, ¡Oh!. Ese día no<br />
caben en la iglesia. ¿Te has fijado que ese día hay gente hasta en la calle? ¡Hasta Satanás y todos<br />
sus demonios vienen a comerse el pancito y a tomarse el vino!<br />
Vienen a participar de…<strong>La</strong> Santa Cena… <strong>La</strong> Palabra no dice que es santa. <strong>La</strong> Palabra dice<br />
“<strong>La</strong> Cena”. Lo de “santa” se lo puso un religioso, y nosotros, como el papagayo…Y nos ponemos<br />
bien religiosos. Con rostro de circunstancia solemne y gravedad en el gesto.<br />
009 - Fundamentos del Propósito<br />
¡No puedes tomar la Santa Cena indignamente! Entonces tú te pones a pensar a quien le has<br />
hecho daño durante esa semana. ¡¡A él no le des nada porque es un mundano!! ¡Ese no puede<br />
tomarla porque no es salvo! Eso porque creemos que dándole la comidita esa, nacerá de nuevo y se<br />
llenará del Espíritu.<br />
¡No! ¡Es que las reglas de la iglesia dicen que a él no se la debemos dar porque…por que no!<br />
Y nosotros pensando a ver con quien no hemos hablado en todo el mes, <strong>para</strong> poder ir y pedirle<br />
perdón <strong>para</strong> no estar indignos en la Santa Cena.<br />
No tomar la Cena indignamente. Tú puedes hacer todo ese rito. Similar a aquel de: “¡Por mi<br />
culpa! ¡Por mi culpa!” Estoy haciendo todo eso <strong>para</strong> que veas que lo único que hicimos fue cambiar<br />
el rito, pero la mentalidad sigue siendo aquella, la misma.<br />
Y si ese día hay en la iglesia alguien que no tiene con qué comer, tú eres un hipócrita. Y el<br />
rito no te valió de nada, porque la Cena significa “partirse uno mismo, en pan <strong>para</strong> el prójimo”.<br />
Puedes equivocarte en lo externo con el rito y no tendrás problemas con Dios, porque no es de<br />
afuera que se ensucia el vaso.<br />
Ahora bien; si se te ocurrió no discernir el cuerpo, - Que lo que significa es saber que doña<br />
María hoy tiene con qué comer porque sabemos que ella es viuda -, y no ponemos nada <strong>para</strong> que<br />
ella pueda comer, el rito sólo será una manifestación externa de una realidad interna. Si no<br />
coinciden, tú eres más fariseo que los fariseos. Y los fariseos no entran, fíjate.<br />
Ni con todas sus vestimentas, ni con todos sus ritos, ni con todas sus ceremonias y sus<br />
pretendidas imágenes de solemnidad y reverencia. Ninguno de ellos, que alguna vez se amarraron<br />
con cuerdas, entran. Pero David sí…Con pecado y todo, pero entra.<br />
El caso es que Él está diciendo: “¡Yo no ordené ritos! ¿Llamados al altar? ¿Adonde<br />
encuentras un altar en el Nuevo Testamento? En algunas iglesias no invitan a ciertos predicadores<br />
porque no hacen llamado al altar ni oran por la gente. ¿Sabes que? Si hablas lo que Dios está<br />
hablando, esa palabra salva, sana y libera sin necesidad de darle un manotazo en la cabeza a<br />
nadie…<br />
Una cosa es hacer un mensaje que te haga sentir una porquería, pequeñito e inservible <strong>para</strong><br />
que no tengas otra salida que la de venir al altar a buscar algo de Dios, y otra muy distinta entregarte<br />
una palabra que te haga sentir grande, potente y más que vencedor en este tiempo.