07.01.2015 Views

cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

108<br />

inferior al 1%), logró que el Tribunal ratificara la inocencia de su cliente.<br />

Nahum, nuevamente, había logrado convencer al Tribunal.<br />

El sentido del deber cumplido se podía vislumbrar en la mirada de<br />

Nahum. No era la mirada de quien se hubiera entregado al paso del tiempo.<br />

Bien por el contrario, era la de quien se realiza en lo que hace y abraza<br />

el fuego sagrado de la abogacía para no abandonarlo jamás. Esa era la<br />

manera en que el “Doctor” entendía el ejercicio profesional. Era un vocacional<br />

que inspiraba, que nos contagiaba su alegría de vivir y de estar ahí,<br />

sintiendo la profesión en toda su dimensión. No había tema concerniente<br />

al Estudio que no cayese bajo su órbita: tenía esa rara capacidad de estar en<br />

todos los detalles. Era minucioso y precavido: una y otra vez nos recordaba<br />

que el diablo está en los detalles (the devil is in the details). Jamás se desconectaba:<br />

cualquiera fuera el lugar donde estuviera, no dejaba de interesarse<br />

sobre la marcha del Estudio. Era también un trabajador incansable: hasta<br />

su último día en el país no dejó de venir al Estudio tal como si fuera su<br />

primer día de trabajo.<br />

No era un amante de las formas -aunque tampoco las menospreciabaporque<br />

persuadía con la lógica de sus argumentos, la riqueza de su pluma,<br />

y el brillo de su oratoria. Fue nada menos que Eduardo J. Couture -tan<br />

admirado y citado por Nahum- quien escribiera que la abogacía es “al<br />

mismo tiempo arte y política, ética y acción”. La frase pareciera haber sido<br />

escrita pensando en Nahum: porque nos cuesta pensar en un abogado que<br />

reuniera y amalgamara tantas cualidades: sólida formación, lúcida inteligencia,<br />

rápida captación de la sicología humana, personalidad exuberante,<br />

reciedumbre en el carácter, negociador consumado. En fin, la lista podría<br />

continuar. Todo ello cimentado en una sólida base ética sin la cual -como<br />

tantas veces sucede- ese dechado de condiciones pierde su norte.<br />

Precisamente por su visión ética de la abogacía -tenía claros los límites<br />

éticos de su accionar-, jamás concibió su actuación pública como un trampolín<br />

al servicio de la profesión. Justo es recordar que mientras se desem-<br />

No estamos solos

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!