07.01.2015 Views

cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

244<br />

Si evoco a mi abuelo y el fútbol es imposible no mencionar la casa de<br />

la esquina de Feliciano Rodríguez y Francisco Llambí. Había pertenecido<br />

primero a mi bisabuelo materno y después a mi abuelo y era nuestro punto<br />

de encuentro –“la concentración”- aun cuando hacía ya tiempo que la<br />

residencia había pasado a manos de otra familia. El camino que llevaba<br />

desde allí hasta el estadio, pasando por el costado del Club Uruguayo de<br />

Tiro era otro ritual: creo que el sendero gastado sobre el pasto amarillento<br />

y descuidado aún guarda sus huellas.<br />

Al igual que yo, mi abuelo podía ir al estadio a ver los partidos más intrascendentes.<br />

En agosto de 2001, Peñarol 0 – Fénix 0. Hacía un frío de morirse<br />

y la niebla caía sobre Montevideo; Nahum se quejaba, y Sanguinetti,<br />

sentado a unos pasos (siempre en la fila de adelante y ligeramente hacia la<br />

izquierda), le retrucó: “El fútbol es con frío, Nahum”.<br />

Los últimos años ya no iba tanto al estadio pero seguía sufriendo y<br />

disfrutando por televisión. Siempre llamaba por teléfono para comentar el<br />

partido y hasta en medio del mismo alguna jugada polémica.<br />

En marzo de 2007 “inició” a su nieto menor –Felipe- en la tradición<br />

aurinegra. Peñarol 3 River 1. Por una cuestión de años y de caprichos del<br />

tiempo (y de la muerte), Felipe se perdió toda esta historia que acabo de<br />

contar y que le habría tocado de no haber sido por la partida inesperada<br />

de Nahum. La repetición cíclica en el tiempo… pero estoy seguro que<br />

cuando el hoy pequeño Felipe lleve a sus nietos a los clásicos del futuro,<br />

sobrevolará sobre sus cabezas aquel otro –arquetípico- de 1944 como si<br />

la vida se inaugurase en cada Peñarol-Nacional y el mundo pudiera así<br />

perpetuarse.<br />

Nada puede ilustrar mejor su pasión cuando en noviembre de 2009<br />

había ido a San José de Costa Rica a ver Costa Rica 0 – Uruguay 1 durante<br />

las eliminatorias para el mundial de Sudáfrica. Junto a su hijo Mauricio y<br />

Felipe, y con más de 75 años a cuestas, tuvieron que colarse entre la hinchada<br />

tica para evitar algún lío.<br />

No estamos solos

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!