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cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

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las instancias ser uno de esos dirigentes: su palabra y sus propuestas colocaron<br />

a la colectividad uruguaya y al país mismo en un lugar destacado en<br />

el concierto judío latinoamericano.<br />

En el WJC la tarea era más difícil. Entre todas las comunidades del<br />

mundo, con Israel, Estados Unidos y Europa en el centro de los debates, el<br />

espacio de los representantes latinoamericanos y su peso específico se veía<br />

acotado. Sin embargo, Bergstein siempre se hizo oír con presentaciones<br />

meditadas y sólidas.<br />

La lucha contra el antisemitismo y toda forma de discriminación en<br />

general constituyó un tema al que le dedicó especial interés, enfatizando<br />

el recurso a la ley como medio de combate del prejuicio y de sus manifestaciones<br />

en paralelo con la educación en todos los niveles y con plena<br />

vigencia de las instituciones democráticas como fundamento de todos los<br />

derechos y garantías de la persona humana. Este mensaje de la colectividad<br />

judía del Uruguay, el popular “Nushe” lo transmitía con la elocuencia de<br />

la convicción.<br />

Había además una razón digna de registrarse por la cual su palabra sumaba<br />

autoridad: la armonización entre la doble e inescindible condición<br />

de uruguayo y judío. Para él la división era un imposible lógico y moral y<br />

por actuar en consecuencia ganó el respeto de judíos y no judíos por igual.<br />

Incluso escribió un libro sobre el tema, que despertó mucho interés en<br />

Uruguay y en el exterior, desarrollando la mejor doctrina sobre lealtades,<br />

doctrina que tiene un antecedente ilustre en el tiempo. Hace un siglo el<br />

Presidente Wilson elevó a la Corte Suprema de Estados Unidos al jurista<br />

judío Louis Brandeis, quien por un lado llevó al conservador alto tribunal<br />

un soplo liberal de aire fresco y por otro lado se desempeñaba como uno<br />

de los principales líderes sionistas de la comunidad judía. Interpelado con<br />

no poca malicia sobre su lealtad, Brandeis desarmó los argumentos capciosos:<br />

si no fuera un buen judío –replicó- no podría ser un buen ciudadano<br />

norteamericano; el ser humano es uno solo. Bergstein lo fue cabalmente.<br />

No estamos solos

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