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cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

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por un fallo equivocado, perder el tanto, el game, el set o el match; lo que<br />

no debe jamás es cuestionar el punto y dejar en el court el honor deportivo.<br />

El Dr. Bergstein fue siempre fiel a este postulado.<br />

Durante años nos enfrentábamos mano a mano a mediados de cada<br />

semana en los courts del Carrasco Lawn Tenis, cerca del mediodía, sacrificando<br />

la hora del almuerzo y poniendo un saludable corte en nuestras<br />

actividades profesionales y docentes. Coincidíamos también muchas veces<br />

los sábados y domingos por la mañana para jugar partidos de doble caballeros.<br />

Y además, en ciertas ocasiones actuamos en pareja en campeonatos<br />

oficiales de tercera división en la categoría de doble caballeros, de las que<br />

he de recodar especialmente una.<br />

A diferencia de los partidos disputados por profesionales en los<br />

grandes estadios, donde retumban aplausos y exclamaciones de admiración,<br />

nuestros encuentros, como sucede casi siempre en nuestra categoría<br />

deportiva, se desarrollaban en silencio, sin espectadores, aunque no estábamos<br />

exentos de ciertos avatares. Debíamos a veces enfrentar el pasaje brusco<br />

de una ventolina, o una nube imprevista que cubría el sol favoreciendo<br />

a uno o a otro, el estruendo de un avión decolando del aeropuerto, o una<br />

sinuosidad desviando el pique, incluso el inoportuno gorjeo de un pájaro<br />

cercano o la molesta bocina de un auto, afectando el necesario silencio que<br />

requiere este juego de gran concentración mental.<br />

Nahum, en su tenis, no fue un jugador ortodoxo. Carecía en parte de la<br />

técnica y del estilo que caracterizan a los jugadores que aprendieron el tenis<br />

en la academia, pero a su juego le sobraba eficacia y contundencia. Podrá<br />

alguien decir que su modo de jugar no se adecuaba totalmente a los cánones<br />

oficiales o que era en parte la antítesis de la estética tenística propia de<br />

este juego, si es que admitimos que este deporte es capaz de suministrar<br />

emociones de esa índole.<br />

Sabido es que la estética abarca el arte en sus distintas expresiones: las<br />

artes plásticas y las artes rítmicas. Quizás el tenis exhiba, en su más pura<br />

No estamos solos

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