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cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

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historia, el que llevo en las venas, y eso es y será invalorable. Me apuntaron<br />

como el socio 100.023. Todas las historias que se gestaron entre Nahum<br />

y el primer campeón de América, me fueron llegando en forma paulatina,<br />

a través de los años y en formato de tradición oral; es que siempre había<br />

alguna historia que no había salido del baúl de los recuerdos y que uno<br />

-embelesado- iba escuchando con deleite.<br />

Pero ¿cuándo se inició él en el fútbol ¿Cuándo pisó el Centenario por<br />

vez primera Ante la insistencia y los ruegos del niño Nahum, a su padre –<br />

un inmigrante llegado al país en 1927 y que murió en 1996 desconociendo<br />

las reglas del fútbol- no le había quedado más remedio que llevarlo a un<br />

clásico. A mi bisabuelo, que provenía de la Galitzia polaca –hoy Ucranianunca<br />

le entró en la cabeza los festejos que presenció tras el logro del campeonato<br />

olímpico de Amsterdam de 1928. ¿O habrán sido los de 1930 y<br />

su memoria de los último años le jugó una mala pasada (¡Quizás viera<br />

todo aquello como una superstición nativa!). Sucedió en 1944, fueron a la<br />

Olímpica. Nahum lo rememoraba como si ese partido en el que Nacional<br />

se quedó sin quinquenio hubiese sucedido hacía dos semanas, fresco en<br />

la memoria de los hinchas. Al parecer, en la hora, un tal Ortiz, puntero<br />

aurinegro, recibió un puñetazo de Aníbal Paz (“le gustaba hacer vista”) a<br />

raíz de un salivazo de aquél (¿cómo lo habrá visto desde la Olímpica). Fue<br />

sancionado con un penal que Obdulio no perdonó. Puro folclore.<br />

Tengo muy viva en la memoria las primeras idas al Estadio con mi<br />

abuelo. Siempre al palco, del lado derecho, para que pudiera estar cerca<br />

de sus correligionarios del Partido Colorado a quienes yo ni conocía por<br />

entonces. Las conversaciones de fútbol –mejor dicho: la leyenda del fútbol-<br />

se iban colando en las charlas de la mesa o en el entretiempo de la<br />

tribuna. Las discusiones futboleras, de tal o cual jugador, de alguna jugada<br />

en particular, o hasta de los jueces, comenzaba ya de camino al Estadio,<br />

continuaba durante el juego, y finalizaba en el camino de regreso, con<br />

una sonrisa o un disgusto en los labios. También, las tertulias de nuestro<br />

No estamos solos

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