07.01.2015 Views

cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

cosas35 - The International Raoul Wallenberg Foundation

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

dió” y éste, que era muy celoso de su trabajo, respondió: “Mi secretario, el Dr.<br />

Bergstein”. Nahum que estaba escuchando rió y en un gesto muy característico<br />

se pasó la mano por la cabeza.<br />

Era un trabajador incansable y quería que lo acompañáramos a su paso. El<br />

trabajo era prioritario y no había que perder un momento. En ese sentido, en<br />

mi caso, que era quien instrumentaba las minutas de informes para Comisiones<br />

y otras tareas del área legislativa y que trabajaba en su mismo Despacho, su saludo<br />

diario era: “Buen día, Dra. Peralta, ¿Qué tal ¿Todavía con ese informe”. Yo<br />

muchas veces le decía: “Nahum, no estoy muy segura si me hiciste un honor en<br />

invitarme a compartir tu Despacho”, él reía y miraba el Cerro de Montevideo<br />

que se veía desde la ventana. Desde esa óptica el Ing. Sacco recuerda que existían<br />

ocasiones en las cuales llegaban llamadas telefónicas o alguna persona se hacía<br />

presente en el Despacho y se producían conversaciones algo delicadas por su<br />

tenor. Yo prefería no escuchar por lo que me ausentaba del Despacho. Nahum,<br />

cuando terminaba la conversación, me preguntaba: “¿Por qué saliste ¿Pudiste<br />

terminar el trabajo” Invariablemente yo respondía: “Salí porque si mañana se<br />

sabe el tenor o contenido de la conversación no se podrá pensar ni decir que yo<br />

hablé algo”. El reía y le decía a Gustavo: “¡Es terrible!”.<br />

También era cáustico en un sentido áspero e ingenioso. Las anécdotas son<br />

innumerables. En una oportunidad me llamó por teléfono y no pudo comunicarse.<br />

Después se comunicó con el Ing. Sacco a quien le comentó el hecho.<br />

Gustavo le hizo saber que él había hablado conmigo, no hacía mucho. Nahum,<br />

ante esta situación, le dijo: “llámala y dile que yo quiero hablar con ella, veo que<br />

tú tienes más ascendiente que yo”. Todo dicho con una sonrisa y sin decir una<br />

palabra que no correspondiera.<br />

Recordamos que a veces Nahum llegaba al Despacho y Gustavo no estaba.<br />

Gustavo solía ir a Biblioteca o hacía relaciones públicas fuera del Despacho o salía<br />

del Palacio para alguna gestión. Nahum preguntaba por él e invariablemente<br />

yo le respondía: “No sé” e ipso facto le preguntaba: “¿No está en su escritorio”<br />

Nahum no contestaba, dejaba su portafolio a un lado y comenzaba su labor. Un<br />

día, en que estaba hablando por teléfono en altavoz, con clara intención de ser<br />

173<br />

Semblanzas de Nahum Bergstein

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!